¿Quieres dominar el comercio P2P en Binance? ¡Aquí tienes la guía definitiva que nadie te contó!

La neta, Bitcoin nació con una idea bien chida: ser dinero digital sin la necesidad de que un banco o gobierno se meta a controlar lo que tienes. La idea era que tú seas el mero mero dueño de tu lana, sin depender de nadie más. Pero hoy en día, la cosa se está poniendo diferente porque los grandes tiburones de Wall Street ya entraron al juego, gracias a unos productos llamados ETFs, que básicamente permiten a la banda invertir en Bitcoin sin tener que comprar las monedas en sí.

Esto cayó como bomba en la comunidad cripto, porque aunque estos ETFs traen billete y hacen que Bitcoin se vea más chido y serio, también podrían estar metiendo a los bancos y a las instituciones en el control de una buena parte del mercado. En otras palabras, algo así como volver a depender de los mismos de siempre, esos que Bitcoin quería mandar a volar.

Lo bueno es que estos ETFs hacen que mucha gente pueda entrar al mundo de Bitcoin fácil, dentro de las reglas que ya todos conocen, sin complicarse la vida. Pero ojo, cuando compras un ETF, no tienes el Bitcoin directamente, sino que tienes una parte de un fondo que sí tiene las monedas, y ese fondo lo cuidan grandes jugadores como bancos. Eso significa que tu Bitcoin está en manos de otros, y si esos jugadores hacen cosas raras o los gobiernos les ponen la vuelta, podrían afectar todo el rollo.

Ahí es donde la bronca: si estos grandes se apoderan de mucho Bitcoin, podrían modificar o controlar cosas en la red, lo que va en contra del espíritu de libertad que Bitcoin prometió. Lo curioso es que la idea que buscaba que todos fueran sus propios bancos ahora parece que está siendo opacada, porque mucha gente confía su dinero a estos grandes intermediarios.

Pero, hay luz al final del túnel: la auto-custodia. Esto quiere decir que tú guardas tus Bitcoin en tu cartera personal, sin depender de nadie más. Aunque Wall Street entre con todo, esa opción de tener el control total siempre está allí, y eso hace que los grandes tengan que portarse bien, porque saben que si se pasan de lanza, la banda puede sacar su dinero y ponerse las pilas.

La auto-custodia es como un as bajo la manga. No importa si no todos la usan, con que exista basta para que los poderosos no se vuelvan abusivos. Además, que la gente conozca Bitcoin gracias a los ETFs puede hacer que muchos se interesen y quieran aprender a ser sus propios jefes del dinero.

Por otro lado, que Wall Street esté metido también tiene su lado bueno: ayuda a que Bitcoin tenga un precio real y reconocido en todo el mundo, lo que hace que sea más difícil que los gobiernos traten de prohibirlo o esconderlo. Que las razones anti-Bitcoin de antes se estén quedando sin fuerza, porque ahora es parte del sistema financiero, aunque eso signifique un poco de concentración de poder en el corto plazo.

Así que sí, puede haber riesgo de que todo se centralice, pero también es parte del costo para que Bitcoin sobreviva y crezca en todo el planeta. Mientras tanto, la opción de la auto-custodia está ahí, firme y lista para defender nuestra libertad financiera cuando se necesite.

Y pues eso, siempre hay que ser cuidadosos y hacer nuestra tarea antes de meterle billete a cualquier cosa. ¡A darle!