¡Increíble! Monero atrapado en la estafa contable más enorme de la historia

¡Increíble! Monero atrapado en la estafa contable más enorme de la historia

Opinión de Jamie Elkaleh, director de marketing de Bitget Wallet

Las stablecoins nacieron para echarle la mano a los traders de criptomonedas, funcionando como una especie de “protección” porque están ligadas al dólar. Eso ayudó a que el mercado nunca parara. Pero, en pocos años, las stablecoins ya no solo hacen eso; ahora son como la base financiera dentro de la red, donde el dólar pone los precios, las reglas y define cuánto riesgo hay.

El problema es que si no salen alternativas chidas, claras y bien reguladas en euros, yenes o yuanes offshore, el dólar se va a seguir quedando con el control casi para siempre.

Si eso pasa, la liquidez va a ir pegada a las decisiones y tasas de Estados Unidos. O sea, cuando el mercado de bonos del Tesoro de allá se pone medio loco, se va a sentir pesado en todo lo que es finanzas descentralizadas (DeFi).

Las stablecoins ligadas al dólar ya llevan la influencia del sistema financiero tradicional directo a las cripto. Aunque los números cambian trimestralmente, la cosa es que estas monedas están respaldadas por reservas en los mercados del gobierno de EE.UU., así que la liquidez sube y baja con las tasas que ellos manejan.

Esta infraestructura es chida porque es clara y eficiente, pero también pone todo el riesgo en manos de un solo país. Pensar que eso está “neutro” es un error, y la industria debería buscar cómo cambiar esto en lo que venga.


Europa y Japón deben meterle ganas y mover la plata

Europa ya se despertó y sabe que no puede quedarse nomás viendo cómo el dólar domina las finanzas en blockchain. Para que no sea puro rollo, el euro tiene que aparecer de verdad en las operaciones, no solo en documentos que nadie lee.

Un ejemplo es EURAU, la primera prueba para ver si el euro puede tener una liquidez real y ser una moneda base en los mercados. Con EURC y EURCV, que sí cumplen con las reglas de MiCA, Europa ya tiene la base. Ahora falta que se arme un mercado de verdad y que hayan jugadores activos para impulsar estas stablecoins en euros.

Los reguladores deberían apostar por los ganadores y ayudar a que haya liquidez, no solo lanzar normas y ya. Si no hacen eso, la frase “autonomía estratégica” solo va a quedar como pura publicidad.

El Banco Central Europeo ya dejó claro que las stablecoins en dólares limitan la independencia del euro, por lo que deben crear sus propias vías para que el euro cobre fuerza.

En Japón también van avanzando. El grupo Monex está cocinando una stablecoin respaldada por el yen, y JPYC acaba de recibir luz verde como uno de los primeros tokens regulados en Asia. Pero esto solo va a valer la pena si ese token mueve remesas de verdad, pagos con proveedores y si aparece como una moneda base fuerte en los exchanges. Sino, nada más será un experimento sin futuro.


Hong Kong: la prueba para las stablecoins que no usan dólares

El nuevo plan de licencias que está aplicando Hong Kong es clave porque le abre la puerta a stablecoins que no sean en dólares, con reglas claras sobre reservas, redenciones y transparencia. Eso es justo lo que Europa y Japón necesitan en horario asiático.

Aunque empezaron con el dólar de Hong Kong, ese sistema puede agregar también el yuan offshore (CNH). Así Hong Kong puede ser el puente para un piloto chido con yuanes, que se pueda monitorear y ampliar. El éxito dependerá más de la política y regulación que del código en sí, porque el pool de yuanes no es muy profundo aún. Una stablecoin de CNH bien regulada podría ayudar hasta que haya más liquidez y los costos bajen.


¿Qué haría que una moneda base distinta al dólar se mueva en serio?

Para que una stablecoin que no sea en dólares importe de verdad, tiene que ser la moneda en la que se hagan los precios. Eso quiere decir que sus reservas deben ser auditadas y transparentes, con certificaciones independientes que sean igual o mejores que las de USDT o USDC.

Además, tienen que salir directamente en varias cadenas (multichain), sin necesidad de trucos que compliquen la operación, y con reglas claras para que los bancos o instituciones puedan usar esas monedas de noche a la mañana sin broncas.

Los exchanges deberían listar monedas base que no sean dólares y poner incentivos para que la gente las use, aunque al principio los márgenes sean más anchos, para que poco a poco el mercado descubra precios fuera del dólar.

Europa ya tiene dos piezas claves: emisores regulados y un banco central que apoya estas vías para el euro. Hong Kong suma la supervisión para las horas de trading asiáticas, con reglas claras y exigencia de reservas. Juntos, pueden bajar el monopolio del dólar sin que el dólar desaparezca.


Lo que viene: varias monedas base

Las stablecoins en dólar no van a irse ni deben hacerlo. Pero depender solo de una moneda base hace que todo sea más frágil y menos libre. La aprobación del EURAU muestra que política puede traducirse en liquidez; Japón añade profundidad regional, y Hong Kong es el banco de pruebas para ver si las stablecoins en otras monedas pueden crecer y operar en volumen.

Si la liquidez en euro y yen se fortalece en los exchanges, y una stablecoin de yuan transparente y regulada avanza, entonces los precios, garantías y préstamos dentro de la red serán más variados y menos dependientes del dólar. Esto haría que el sistema sea más seguro sin perder rapidez ni competencia en las tasas de cambio.

El siguiente ciclo de mercado va a premiar a quienes conviertan las reglas en liquidez real y castigar a quienes solo sigan apostando por el dominio del dólar por default.


Opinión de Jamie Elkaleh, director de marketing de Bitget Wallet.

Este artículo es solo para informar y no se debe tomar como consejo legal o de inversión. Las ideas aquí son del autor y no reflejan necesariamente la opinión de Cointelegraph.

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