¿Realmente está en peligro la libertad de Monero? ¡La verdad que nadie te cuenta!
El fin de semana pasado estuvo súper movido con cambios chidos en lo que todos esperábamos sobre la inflación, la política del dinero y el comercio mundial. Estados Unidos fue el centro del buen cotorreo, con nuevas señales sobre precios, la Reserva Federal haciendo ruido y un rollo de aranceles que ya está pegando en metales preciosos, tecnología y acuerdos comerciales. Para entender mejor todo, Felipe Mendoza, un experto en mercados financieros de ATFX LATAM, nos echó el chal sobre cómo está la economía global.
Mendoza nos contó que el rollo de riesgo está bien mezclado con la política, una posible reunión Trump-Putin y las órdenes del gobierno norteamericano. En Europa, el Banco de Inglaterra hizo un recorte en sus tasas, Suiza anda buscando cómo bajar el golpe de los aranceles, y en Asia están midiendo tiempos con el Banco de Japón y las tensiones que hay.
Por otro lado, dijo que el mercado está haciendo malabares con la típica debilidad que hay entre agosto y octubre, pero también con un aumento en las ganas de comprar opciones chidas la última semana. Todo esto pinta que la segunda mitad del año en EU va a ser de crecimiento moderado, la inflación bajando pero de a poquito, y el dólar perdiendo terreno frente a algunas monedas del G10. El oro, por su parte, se mueve más por cosas internas, como los costos y los aranceles.
En Estados Unidos el foco regresó al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio. Goldman Sachs dijo que esperaban que subiera como un 0.33% mensual, un poco más que la mayoría que calculaba un 0.3%, principalmente por los aranceles en productos que sufren más. Esto podría empujar la inflación subyacente hasta un 3.3% anual para diciembre de 2025, dijo Mendoza.
El mercado ya se está preparando para hasta dos recortes de tasas este año. Las ventas al mayoreo subieron 0.3% y las solicitudes de seguro de desempleo también subieron un poco, pero sin alarmas. Los costos laborales y la productividad están medio estables, mostrando que la presión sobre los precios podría ir bajando poco a poco.
En la encuesta que hizo la Fed en Nueva York, la banda anda más optimista en su bronca financiera, esperando inflación cerca del 3% a mediano plazo. Las tasas para créditos hipotecarios bajaron un poquitín, buena noticia para quienes quieren aventarse a comprar casa. El crédito al consumidor subió pero sin brincos raros; todo indica que la gente sigue gastando, aunque con calma.
De la Reserva Federal llegaron mensajes medio mixtos: Raphael Bostic dijo que sí, que probablemente habrá un recorte de tasas este año, pero que todavía falta mucha info antes de septiembre. También dijo que los aranceles podrían no ser solo algo pasajero y que la clave está en ver si estos impuestos nuevas crean un cambio duradero en los precios.
Sobre cambios en el cártel de la Fed, Christopher Waller anda rondando como candidato favorito a la presidencia, según fuentes. Además, nombraron al Dr. Stephen Miran para un puesto en la Junta de la Fed hasta 2026, y ya están buscando quién se quede al mando después de Powell. Por otro lado, Trump dio órdenes de hacer un nuevo censo con la condición de no contar a migrantes sin papeles y planea darle luz verde para que los planes de retiro 401(k) metan inversiones en criptos, private equity y bienes raíces.
En la onda comercial, EEUU agarró por sorpresa a todos con un arancel a lingotes de oro de Suiza que nomás descontroló el precio del oro en Nueva York. Aunque Japón sí dijo que van a corregir eso y dar reembolsos, también confirmaron que bajarán aranceles a coches y pararán el “stacking” (que es como apilar impuestos). El secretario de Comercio dijo que esperan juntar unos 50,000 millones de dólares al mes con estos aranceles y que están claritos en no tocar a las tecnológicas si hacen chips en EU.
Del lado de India, la cosa se puso tensa porque suspendieron compras de armas a EUA y andan viendo si ofrecen concesiones comerciales después de que Trump puso un arancel del 50% a sus exportaciones. Mientras tanto, EEUU también puso reglas nuevas para cables submarinos, para tener más control y evitar broncas con China.
El banco JP Morgan cree que esta onda de desaceleración en EU hará que el dólar pierda fuerza, y que los aranceles podrían bajonear aún más la moneda americana próximamente. Ven que el euro va a andar mejor, a la libra le va a ir medio difícil y el yen podría ponerse fuerte a pesar de que en últimas ha bajado un poco.
La onda en la bolsa también cambió: después de semanas donde los inversionistas andaban bajistas, la última semana hubo mucho interés en comprar opciones, lo que podría ser señal de que las cosas se están volteando para bien. Eso sí, la temporada de agosto a octubre suele ser volátil y medio pausada antes de que la acción suba en noviembre y diciembre.
En lo geopolítico, se está cocinando un posible encuentro entre Putin y Trump para el 11 de agosto, aunque no está 100% confirmado. Putin preferiría que la reunión sea en Hungría y hay varios otros países en la lista, pero la cosa se complicó por Ucrania, que pide que cualquier cambio territorial pase por referéndum. En Medio Oriente, Israel está planeando un operativo en Gaza y busca sacar a los civiles antes del 7 de octubre.
En las empresas, Eli Lilly la rompió con ganancias y ventas por arriba de lo esperado, sobre todo gracias a su línea para controlar peso. Por otro lado, Under Armour tuvo resultados más tibios, y su enfoque sigue siendo mejorar su eficiencia. En el premarket se vieron movimientos en Airbnb, Crocs y Duolingo, mostrando interés en consumo y educación digital. Trump no dejó de lanzar shade al CEO de Intel, pidiendo que renuncie, lo que metió ruido en la industria de semiconductores justo cuando el comercio condiciona aranceles a que se fabrique en suelo americano.
En Europa, el Banco de Inglaterra bajó la tasa a 4%, justo como se esperaba, y su gobernador lo llamó un movimiento “muy equilibrado”. Ya va bajando la inflación y la economía está más estable, pero van a ir con calma con futuros recortes. Otros bancos centrales como la Fed y el BCE están viendo que las reservas que tenían ya se acercan a niveles anteriores al COVID.
Suiza está en pláticas para aliviar los aranceles con EEUU rápido, porque el golpe al oro suizo es fuerte. Y en Rusia, Putin sigue en la jugada buscando acuerdos. Japón ya dio indicios de que dejará de estar en modo “espera y ve” para finales de año, moviendo su moneda con potencial para fortalecerse.
En México, Banxico bajó la tasa de interés a 7.75%, alineándose con la baja de inflación, pero sin aflojar demasiado para mantener la economía en control.
En cuanto a riesgos, Mendoza comentó que si los aranceles se quedan más tiempo y los precios del petróleo suben, la Fed podría acabar recortando tasas solo una vez o hasta dejarlo para 2026. Eso haría que la tasa se mantenga alta un buen rato y que el oro siga caro por los rollos aduanales y logísticos.
En cambio, si la productividad sigue arriba del 2% y la demanda se enfría rápido, podríamos ver una inflación más baja y la bolsa podría retomar su rumbo alcista desde noviembre con apoyo de los inversionistas que compran opciones.
En resumen, para las monedas, el euro podría pegarle al dólar si el Banco de Inglaterra y el BCE manejan sus recortes suaves y Alemania mete billete para subir la economía. El yen podría subir con la salida de Japón de su modo pacífico. En acciones, Mendoza le apuesta a las empresas de salud y consumo que aguantan la calaca, mientras pone atención a empresas de ropa esperando que normalicen sus inventarios.
Así que entramos en un trimestre de cambios y movimiento, con volatilidad que va y viene, políticos aflojando un poco la mano menos en EU, dólar con viento en contra y oro que sigue subiendo por temas de aranceles. El pronóstico es positivo para finales de año, pero con cuidado y estrategia bien marcada para no andar festejando antes de tiempo.
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