¡Increíble! La acumulación de Ethereum rompe todos los récords y nadie lo vio venir

¡Increíble! La acumulación de Ethereum rompe todos los récords y nadie lo vio venir

Chile, ese país largo y angosto al sur, siempre ha sido reconocido por andar con pies de plomo en política y economía, muy distinto a otros países de Latinoamérica. Ahora, se está echando el taco al centro del escenario en el mundo cripto. La pregunta es si su forma de ponerle reglas a las criptomonedas es un ejemplo de claridad y orden o nomás está medio jirado como en otros lados. La respuesta neta es que sí, pero no es la perfección hecha ley; todavía hay cosas que afinar.

Históricamente, Chile es de los que no se avientan a lo loco. Tiene un sistema que es bien estable y ordenadito, con reglas claras para los negocios y la economía, algo que no siempre se ve por aquí. En las finanzas también le meten mucha vara, siguiendo normas internacionales para que todo sea bien seguro. Entonces, cuando llegaron las criptos, se esperaba que Chile agarrara el toro por los cuernos, tratando de no matar la innovación pero cuidando que nadie se pase de listo.

Y pues sí, la neta es que Chile ha avanzado paso a paso con la regulación cripto, más ordenado que varios vecinos. Mientras en otros países o prohíben o se hacen que no ven o ponen reglas a medias, Chile está intentando hacer todo con más cabeza. No quiere meter un freno duro, sino meter todo en un marco legal. Por ejemplo, la Unidad de Análisis Financiero les pidió a los exchanges que estén al tiro y reporten cualquier cosa rara, poniéndolos casi al nivel de bancos tradicionales.

La Ley Fintech, que apenas empieza a funcionar, es un paso chido. No dice expresamente que las criptomonedas sean moneda oficial, pero sí las reconoce como activos que se pueden mover y manejar legalmente. Esto da un poco de seguridad y orden, que falta en varios países. Las empresas que operan acá están bajo supervisión, lo que da confianza para que más gente se anime.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. La regulación aún está medio verde en algunos puntos. No hay una ley específica que diga bien qué son las criptos, o cómo se les debe cobrar impuestos, y eso deja espacio para la duda. El Servicio de Impuestos Internos ha dado unas pautas, pero falta que todo esté bien clarito para evitar broncas. Además, la ley se enfoca más en evitar delitos como lavado de dinero que en ayudar a que la industria crezca y que los usuarios estén bien informados. Para que las criptos se usen masivamente hay que poner reglas para empresas y también para la banda que las usa.

Si comparamos con otros países de por aquí, Chile tiene un camino más maduro y predecible. En otros lados ves que las reglas cambian todo el tiempo o simplemente bloquean el uso o lo dejan a la deriva. En cambio, Chile quiere ir poco a poco, con calma y vigilancia. Eso atrae a inversionistas y empresas porque hay certidumbre, algo que es oro en este rollo.

Pero justamente esa calma puede ser un freno. Al poner las criptos dentro de las reglas de la banca tradicional, se corre el riesgo de perder lo que hace especial a este mundo: ser libre, descentralizado y disruptivo. La seguridad a veces puede ser como andar con el freno de mano puesto, y eso no anima a experimentar con cosas nuevas y locas que suelen surgir con la tecnología.

Aunque algunos países más inestables han tenido una adopción más rápida y orgánica, en Chile la seguridad puede sentirse como un candado que limita bastante el potencial revolucionario de las criptomonedas, que en vez de ser un cambio radical, las dejan como otro instrumento financiero más.

En resumen, Chile quiere ser ese oasis de orden en el caos regional. Su enfoque razonado y la Ley Fintech son sobresalientes, pero todavía falta manejar mejor la cuestión legal y fiscal para no ahogar la innovación. ¿Será que tanta cautela le quita la chispa a las criptos? Pues ahí está el dilema.

(Ojo: Esta info no es consejo ni recomendación financiera. Antes de aventarte, investiga bien y cuida tu lana.)

Artículos relacionados

Respuestas