¡Impactante! La red Base de Coinbase se detuvo por primera vez y nadie lo vio venir

¡Qué onda! Les cuento que Justin Sun, el mero mero detrás de la red blockchain Tron, acaba de regresar bien pilas de un vuelo comercial al espacio este sábado, viajando con otros cinco cuates en la misión NS-34 de Blue Origin.

Entre la banda que fue con él están J.D. Russell, que fundó la firma de capital de riesgo Alpha Funds; el empresario Gökhan Erdem; Arvi Bahal que se dedica a la inversión en bienes raíces; la meteoróloga Deborah Martorell; y el filántropo y maestro Lionel Pitchford.

Para que se den una idea, Justin puso 28 millones de dólares en una puja hace un par de años para agarrar un lugar en ese viaje al espacio, y la neta ganó la primera reserva para subirse a esa misión.

Después de aterrizar sano y salvo, Justin soltó: “La Tierra se ve bien chiquita, pero es nuestra casa. Tenemos que hacer lo que sea para cuidarla”. Incluso dijo que desde la ventanita casi podía ver todo el planeta y se dio cuenta de que el nombre de la misión estaba super bien puesto.

Este feeling que tuvo Justin de ver el planeta desde allá arriba es algo que muchos astronautas experimentan y lo llaman el “Efecto Perspectiva”. Básicamente te cambia la manera de pensar sobre cómo estamos todos conectados en este planeta y nuestro lugar en el universo.

Pero no es sólo Justin quien anda haciendo cosas locas en el espacio. Los proyectos de criptomonedas quieren llevar la tecnología blockchain más allá de la Tierra, para que la info sea súper segura y nunca se pueda modificar, ni acá ni allá arriba.

Por ejemplo, Filecoin, que hace sistemas de almacenamiento descentralizado, junto con Lockheed Martin (una empresa que se dedica cosas de defensa y tecnología), lograron probar en enero de 2024 el Sistema de Archivos Interplanetario (IPFS). Con este sistema, pueden mandar datos desde la Tierra hasta el espacio y regresarlos por medio de satélites, sin perder nada ni que alguien pueda hacer trampa.

Marta Belcher, jefa de la Fundación Filecoin, dijo que este tipo de almacenamiento es súper necesario para la comunicación entre planetas o en el espacio porque evita retrasos, protege la info contra hackers y también contra la radiación solar que puede dañar los equipos y corromper datos.

Otro dato: en diciembre de 2024, Spacecoin XYZ, que es una red física descentralizada (algo que llaman DePin), lanzó su primer satélite que forma parte de su sistema blockchain en órbita. O sea, ya están poniendo todos los pedazos para que la red funcione directo desde el espacio.

Así que, ya saben, la onda aquí no es solo mandar cohetes al espacio, sino también llevar la tecnología blockchain a toda la chingada, asegurando que la info esté segura y bien chida, allá donde nadie alcanza a meter mano.

¡Y eso es todo por ahora, raza espacial y tech!

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