¡Filipinas quiere comprar Bitcoin a lo grande y dejar a El Salvador en la sombra!

¡Filipinas quiere comprar Bitcoin a lo grande y dejar a El Salvador en la sombra!

Después de un buen ratote de movida, Bitcoin anda despertando otra vez. Se estuvo hundiendo tanto que muchos dijeron que entró a la famosa “zona del miedo”. Pero ahora se dio la vuelta de volada, y los que tienen lana puesta se preguntan si esto es que va en serio o nomás es un respiro antes de otra caída.

La neta, cuando Bitcoin cayó, se armó un relajo bien padre. Las noticias malas, broncas con las leyes, y que los que invirtieron primero empezaron a sacar ganancia, hicieron que todos se pusieran nerviosos y vendieran sin pensar. Eso es justo lo que pasa cuando el miedo agarra a las personas: venden rápido aunque el precio esté bajísimo, y así baja más y más.

Pero el impulso que lleva ahora no es de esos súper power de “ahora sí vamos para arriba”. Más bien, la gente anda con cuidado, como diciéndole “no me confíes tanto”. Los buenos billetes grandes que suelen entrar para hacer que suba neto, todavía no se asoman. Y si llega a salir mala noticia, seguro vuelve la paranoia y todos venden otra vez.

Lo que tiene a la raza bien desconfiada es que el mundo está medio loco: la política de la Reserva Federal y de otros bancos, la inflación que no quiere ceder, y los líos entre países. Todo eso hace que muchos prefieran agarrar lo seguro y no meterse en este enredo de criptomonedas. Además, Bitcoin ya no es ese lugar raro donde podías esconder tus billetes sin que estuviera atado al mercado tradicional; ahora anda más pegado a la bolsa, y eso le baja puntos como refugio seguro.

Y ni se diga de las reglas, que todavía tienen a todos con los pelos de punta. En lugares mames como Estados Unidos y Europa están pensando en poner nuevas leyes e impuestos y eso hace que nadie quiera aventarse sin estar bien seguro. Si hubieran reglas chidas y claras, seguro se animaría más gente con billete grande. Pero mientras no, la gente sigue bañada en duda.

También la tecnología tiene lo suyo. Se sigue pensando en cómo hacerla más chida para que no cobre tantito por cada movimiento, además de la bronca de la minería que ensucia y gasta mucha energía. Eso, aunque técnico, hace que la gente común se lo piense dos veces antes de aventarse.

Para ver si este rebote es de verdad, hay que checar qué hacen los de largo plazo. Si los que tienen sus Bitcoins desde hace rato los están vendiendo ahora, pues quiere decir que no tienen mucha fe. Pero si andan comprando más, entonces creen que la caída fue solo una buena chance para hacerse de más.

También es clave ver cuántas transacciones se están haciendo. Si sube el volumen, quiere decir que más banda está metida en esto, y el rebote puede ser real. Pero si nadie está moviendo mucho billete, puede ser solo unos cuantos haciendo ruido y no algo fuerte.

En el negocio de los futuros y opciones también se ve qué piensa la banda que invierte en serio. Si esos contratos están al alza, pues puede ser que los grandes apuesten porque esto sigue pa’ arriba.

Hay quienes dicen que esta caída fue necesaria, como limpiar la casa. Después de que todos andaban bien emocionados, bajarse un poco quita a los que solo buscan lana rápido y deja a los que realmente creen en esto. Así, el mercado se pone más firme y listo para algo más estable.

Desde ese punto de vista, no tener un subidón loco está bien, porque eso a veces se cae en picada. Mejor ir lento y seguro, con gente que sabe lo que hace, puede ser la señal de que lo chido viene de manera más orgánica y duradera. La falta de interés del que solo busca ganancias rápidas puede ser una buena noticia: significa que el mercado se está organizando para algo más serio.

Lo real de Bitcoin no está en sus saltos grandes, sino en que aguante la tormenta y vuelva con fuerza, sin dejarse tumbar fácil.

Este rebote nos hace pensar que un mercado saludable no tiene que ser una montaña rusa llena de nervios. Lo que está pasando es más maduro: la gente anda con la cabeza fría y eso puede sentar las bases para algo más chido y duradero. En vez de pura emoción loca, los que andan aquí ya van formando un equipo firme y disciplinado.

Bitcoin ha demostrado que, aunque todo esté en su contra, sabe ponerse de pie y seguirle. Aunque el camino sigue caótico, este regreso señala que sus raíces siguen firmes. La verdadera onda no es estar subiendo y bajando como loco, sino resistir y crecer con paciencia, en un mundo que se complica cada vez más.

Ojo: Lo que aquí se cuenta no es consejo pa’ que te avientes a invertir sin pensar. Siempre hay riesgo y es importante que cada quien investigue bien antes de aventarse.

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