Bolivia va a las urnas y los candidatos ya están obsesionados con las criptomonedas ¿qué están tramando?

Bolivia va a las urnas y los candidatos ya están obsesionados con las criptomonedas ¿qué están tramando?

La batalla por la silla presidencial en Bolivia ya está al cien, con ocho candidatos echándole ganas para ganar la primera vuelta que será el 17 de agosto. El país la está pasando mal: hay una bronca fuerte por falta de dólares, la inflación anda por las nubes, escasean la gasolina y lo básico, las exportaciones están caídas y la diferencia de precio entre monedas llega al 100%.

Con este panorama, el gobierno de Luis Arce decidió darle chance a las criptomonedas como una tabla de salvación para la economía. Antes la venta y uso de cripto estaban prohibidos, pero ahora el panorama cambió totalmente y el bitcoin anda que no cree en nadie: subió un 630% en un año, según el Banco Central de Bolivia.

Los candidatos no pueden dejar este tema fuera de la jugada y ya están armando sus planes. Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga son los más fuertes en las encuestas, y ambos tienen ideas claras sobre qué hacer con las criptos.

Si gana Doria Medina, su ministro de Economía será José Gabriel Espinoza, un economista con onda libertaria, al estilo Javier Milei de Argentina. Él cree que la entrada de las criptomonedas fue medio sin plan, como una salida rápida por la escasez de dólares, y que eso trajo mucha volatilidad al mercado. Por eso recomienda poner orden, sobre todo con la llegada de las stablecoins (esas monedas digitales que buscan no brincar mucho de precio), que van a empezar a usarse en noviembre. Así dicen que van a bajar la locura en los precios y las cripto se van a usar de manera más controlada. Eso ayudaría a que el sistema financiero aguante mientras estabilizan la economía. Aunque claro, el mercado cripto en Bolivia apenas está en pañales: diario se mueven como 650,000 a 700,000 USDT, que para la economía boliviana es casi nada.

Por otro lado, si gana Jorge Quiroga, su ministro sería Ramiro Cavero, quien también cree que el uso de criptomonedas ha sido un aliviane para la crisis, especialmente el USDT que ha ayudado a aguantar el tipo de cambio y facilitar pagos y envíos de dinero, sin tener que andar con billetes a lo loco. Cavero quiere que las cripto sean bien legales, con reglas claras y limpias, para que no se usen en cosas feas como el lavado de dinero.

Los dos equipos económicos coinciden en algo: la apertura a las criptos no fue una estrategia brillante desde el principio, sino algo que tuvieron que hacer porque la economía los apretaba. Pero ahora se avientan a mantener esa puerta abierta, pues todo pinta que las criptomonedas van a tener un papel clave en Bolivia durante los próximos años si cualquiera de los dos gana la presidencia.

Así que ya sabes, en Bolivia las cripto están agarrando terreno y vienen con todo para cambiar el juego. ¿Quién dijo que la política y la tecnología no podían ir de la mano? Aquí la cosa se está poniendo buena.

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