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A ver, la neta es que Coinbase, ese famoso exchange de criptos, se está armando un buen lío en Oregón, Estados Unidos. Resulta que la empresa acaba de presentar una demanda porque sospechan que los funcionarios del gobierno estatal cambiaron de opinión sobre cómo manejar las criptomonedas… ¡pero a escondidas! Sí, sin avisar ni hacer ruido público.
La bronca se armó porque, antes de abril de 2025, la banda del gobierno casi ni pensaba que las criptos fueran valores que se debían regular. Pero de repente, la oficina del Fiscal General de Oregón les cayó con una demanda, acusándolos de vender varios tokens sin que estuvieran registrados como debería ser. La neta, como que les salió del corazón y sin preguntar a nadie.
El chisme mayor viene porque la gobernadora Tina Kotek y otros funcionarios cambiaron de postura tras bambalinas, sin hacer audiencias ni publicar reglamentos ni consultar a nadie. Paul Grewal, el capo legal de Coinbase, dijo en sus redes que ahora los gobernantes se están haciendo los difíciles para soltar la información que pruebe todo eso. Así que Coinbase los llevó a juicio para que no se hagan patos.
Además, los de Coinbase piden que les den un montón de correos, como 80,000, y esos documentos tardarían más de un año en organizarse. No está claro si esta pelea legal cambiará la forma en que Oregón regula las criptos, pero pues ahí va agarrando color el asunto.
Por si fuera poco, Coinbase no se queda quieto y ya tiene fama de andar pidiendo información oficial sobre cómo el gobierno de EU maneja las reglas para las criptos. Se han metido incluso con la Comisión de Valores (SEC) y con la FDIC, que es la agencia que asegura a los bancos, buscando entender quién mueve los hilos y qué órdenes dan.
El movimiento no solo es a nivel estatal, también empujan a la banda federal para que aprueben nuevas leyes sobre monedas digitales bancarias, stablecoins y cosas así, que podrían cambiar el juego para los exchanges como Coinbase.
En resumen, los criptojuegos en Estados Unidos traen mucha tela de donde cortar, y Coinbase no se va a quedar con los brazos cruzados. ¿Será que esta batalla legal les ayude a poner las cosas más claras? Ya veremos cómo se pone el cotorreo.
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