Bitcoin se dispara a un récord histórico y Ethereum no se queda atrás ¡No vas a creer lo que viene!

Órale, aquí les va la historia de Nicholas Truglia, un tipo que se dedicaba a hacer fraudes con criptomonedas y que la estaba librando con 18 meses de cárcel, pero este jueves le subieron la multa… o mejor dicho, la sentencia, y ahora va a estar 12 años tras las rejas porque no quiso pagarle a la víctima que estafó en 2018.

Resulta que Truglia le debía más de 20 millones de dólares a Michael Terpin, un inversionista en cripto y CEO de una empresa de relaciones públicas llamada Transform Group, pero el chamaco nada más no soltó ni un peso. Según Bloomberg, este señor se hizo el occiso y aunque tenía bienes por más de 61 millones, se hizo pato y evitó a toda costa pagar lo que debía.

El juez Alvin Hellerstein no se aguantó y en su orden del 2 de julio dejó claro que Truglia firmó que pagaría lo que robó, pero nomás hizo pura finta, sin entregar ni un centavo. Además, el juez le había dado libertad supervisada por tres años junto con esos 18 meses de cárcel y la obligación de resarcir el daño, pero pues ni así.

Lo malo es que Truglia se metió en broncas por andar haciendo una treta bien pirata llamada SIM-swapping, que básicamente es robarte tu número de teléfono y así agarrar tus mensajes para entrar a tus cuentas, incluidos los exchanges y bancos, y así robar tus criptomonedas. Eso fue lo que hizo en 2018 cuando atacó a varios inversionistas en la Bahía de San Francisco, incluido Michael Terpin.

Por eso, Terpin presentó una demanda gigante de más de 200 millones contra su compañía de teléfono, AT&T, porque los acusa de negligencia por permitir que Truglia se metiera con su número. El wey perdió 24 millones de dólares en cripto por este rollo. También le hizo juicio civil a Truglia por 75 millones, y en 2019 el tribunal le dio la razón y le dieron daños y perjuicios.

Así que ya saben, no todo lo que brilla en el mundo cripto es oro, y hay mapaches que andan al tiro para caerle a cualquiera. Mejor cuídense y agarren sus cosas bien cerradas, porque a estos #fakes les encanta hacer de las suyas.