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¿Sabías que Brasil anda rifándose con una movida bien chida llamada Pix? Sí, ese sistema que puso el Banco Central allá para que podamos mover lana de volada sin tanto rollo. Pues resulta que Paul Krugman, ese economista famoso que ganó un Nobel, anda bien impresionado con el Pix y dice que es la neta en comparación con lo que hay en Estados Unidos.
Este cuate hasta compara al Pix con Zelle, que es el sistema gringo para mandar dinero, pero dice que el brasileño está a otro nivel: es rapidísimo, facilísimo de usar, y casi toda la raza en Brasil (un 93%, no es broma) ya lo usa para olvidarse de billetes y tarjetas. Se hace el pago en solo tres segundos, mientras que con las tarjetas normales puedes esperar hasta días o más. Además, mandar dinero con Pix casi no cuesta nada para la banda, y para los negocios, las comisiones son súper bajitas si las comparamos con las tarjetas.
Krugman también se aventó que Pix cumple la chamba que las criptomonedas prometían, pero nunca cumplieron: ser barato y meter a todos en el sistema financiero. Mientras en Brasil casi todos usan Pix, en Estados Unidos solo un 2% ha usado criptos para comprar cosas o pagar. También se rió de un caso bien oscuro de allá con unos polis de Nueva York que torturaron a un trader de cripto, diciendo que con Pix no pasaría algo así porque no hay claves que puedan ‘secuestrar’.
Pero, ¿por qué en Estados Unidos no tienen algo como Pix? El premio Nobel piensa que los bancos allá tienen tanto poder que no dejarían que un sistema público les volara el negocio, por más bueno y barato que sea. Además, los políticos republicanos andan bien en contra de eso, jalándole a la idea de que el gobierno no ayuda en nada y solo se mete en problemas.
Krugman también criticó unas leyes que aprobaron allá para regular las criptomonedas, porque cree que solo van a causar más broncas y abrir la puerta a fraudes. Y ni se diga de la negativa a que el Banco Central gringo haga su propia moneda digital. Él dice que todo es puro cuento de preocupación por la privacidad, pero en realidad los bancos grandes ya tienen su juego cerrado y no quieren que nadie más juegue.
Y no solo él, varias de las mega empresas tecnológicas andan defendiendo la idea de que todos puedan usar Pix, hasta en contra de Trump y sus rollos.
Así que, banda, donde sí se están poniendo las pilas con la manera de mover la lana es en Brasil, usando cosas que nos hacen la vida más fácil, rápida y barata. A ver cuándo aquí también nos aventamos un Pix, porque lo que hay ya sabe medio mal.
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