¡La fiebre bitcoin se contagió y está arrasando en todas las oficinas del planeta!

¡Qué onda! Resulta que Coinbase, ese lugar donde muchos compran y venden criptomonedas, se echó la mano para ayudar al Servicio Secreto de Estados Unidos a atrapar a unos grandísimos estafadores. Gracias a ellos, lograron congelar ¡225 millones de dólares! Todo esto porque había un fraude bien gacho relacionado con inversiones falsas en criptos.
El 18 de junio, el Departamento de Justicia pidió oficialmente que se quedaran con ese dineral que andaba dando vueltas en cadenas de bloques y billeteras dudosas. Según el agente Shawn Bradstreet, esta fue la mayor confiscación de criptomonedas que han hecho en la historia de la agencia. ¡Una bomba!
Coinbase contó en su blog que se unieron con otros exchanges para armar un “esprint investigativo” con el Servicio Secreto desde principios de año. Juntos rastrearon las transacciones para localizar a las víctimas y analizar el camino del dinero en la blockchain, todo para poder armar un caso sólido y recuperar la lana.
Entre el 26 y el 29 de febrero del año pasado, el equipo de Coinbase detectó millones moviéndose hacia cuentas de mala fama. Gracias a ese trabajo, identificaron a más de 130 clientes de Coinbase que, sin saberlo, cayeron en la trampa y perdieron unos 2.3 millones de dólares. Eso sí, no todos los culpables andan libres: también rastrearon esa lana hasta 140 cuentas en la plataforma de OKX, donde muchas estaban a nombre de personas encerradas en estafas tipo “pig butchering” en el sudeste asiático. Ahí está la cosa.
Otro actor en esta historia es Tether, la stablecoin que está todo el tiempo en las movidas de cripto. El DOJ reconoció que ellos congelaron 39 direcciones con esos 225 millones en USDT (la moneda de Tether) desde 2023. Después, ¡pum! Quemaron todos esos tokens, o sea, literalmente desaparecieron esa cantidad del mercado enviándolos a una dirección donde nadie puede tocarlos. Para no dejar nada al azar, emitieron la misma cantidad de tokens nuevos y los pasaron a una cartera del Servicio Secreto. Todo a la vista en la blockchain, nada escondido.
Desde hace tiempo, las autoridades de todo el mundo están moviéndose fuerte para detener estas estafas. En mayo, por ejemplo, la Policía Federal de Australia confiscó casi 25 Bitcoins valorados en más de 2.6 millones de dólares, que venían de un robo tremendo en un exchange francés en 2013. Y en febrero, los alemanes se llevaron de plano 34 millones de euros en criptomonedas que estaban relacionadas con un hackeo de ¡1,400 millones de dólares! en Bybit.
Así que ya sabes, aunque esto de las criptos suena bien chido y prometedor, también hay que tener ojo con las estafas y andar bien pilas. No todo lo que brilla es oro y, en este mundo, si te confías, puedes perderlo todo. ¡Ánimo y a seguir aprendiendo!
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