¡Explosión total! La fiebre por los ASIC de Bitcoin en Estados Unidos ya está desatada

¡Explosión total! La fiebre por los ASIC de Bitcoin en Estados Unidos ya está desatada

¿Te has preguntado por qué la gasolina sube y baja de precio? No es solo cosa de la OPEC o de lo que diga un presidente. En realidad, hay una pelea de gigantes entre el dólar y el petróleo que mueve todo el show desde Washington hasta tu coche.

Hace un buen rato, en los años 70, Estados Unidos hizo un trato maestro: el petróleo se iba a vender casi nada más en dólares. Así nació el famoso petrodólar. ¿Qué significa eso? Que para comprar petróleo, los países necesitaban dólares sí o sí. Eso hizo que el dólar fuera la moneda más importante del mundo. Un dólar fuerte hacía que el petróleo fuera más barato para otros países, lo que le convenía mucho a EU que era el más grandote en comprar crudo.

Pero las cosas dieron un giro cuando apareció el fracking. Esta técnica permitió a EU sacar mucho más petróleo de su tierra, suficiente para dejar de importar y hasta para venderlo. Ahora las reglas cambiaron: un dólar fuerte sube el precio del petróleo para otros países, y eso puede bajar las ventas, pero también significa más lana para EU y menos déficit. O sea, ya no es tan claro que un petróleo caro sea malo para la economía gringa; la cosa se puso más complicada.

Además, no es puro negocio, también hay política a todo lo que da. Cada bronca en Medio Oriente, cada sanción o decisión de la OPEC+, afecta directo el precio del petróleo y la fuerza del dólar. Una guerra puede subir los precios porque uno piensa que habrá escasez; una economía lenta hace que baje la demanda y con eso el precio.

Ahora, agárrate, porque otros países como China, Rusia y los del grupo BRICS están buscando usar sus monedas para comprar y vender petróleo, dejando al dólar un poco fuera del ring. Si más naciones empiezan a hacer eso, la fama del dólar podría caer y cambiar todo el juego económico global. ¿Te imaginas pagar la gasolina en yuanes o rublos? Pues está más cerca de lo que crees.

Así que la próxima vez que estés en la gasolinera, piensa que no solo estás pagando por gasolina, estás pagando por una historia de poder, política y dinero que da la vuelta al mundo. Tu tanque es un reflejo de todo ese rollo que pasa en las grandes ligas.

¡Y ojo! Esto no es un consejo para invertir, nomás para que te armes mejor el panorama y no te agarren en curva cuando la gasolina suba o baje.

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