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Para entender qué onda con los cortos apalancados en Bitcoin, primero tienes que conocer a los dos personajes principales en esta historia del dinero: el inversor y el trader. Aunque ambos andan en esto de la lana, cada quien juega en un terreno diferente.

El inversor es como el que planta un árbol que va a tardar mucho en crecer, pero sabe que va a dar sombra y frutos por años. No anda comprando monedas para vender rápido, él quiere que su inversión crezca con calma y se haga más fuerte con el tiempo. Es paciente y piensa en el futuro, como un jefe que cuida su terreno para que prospere.

Ahora, el trader es el que va al tianguis todos los días, compra fruta para venderla rápido y ganar un poco de cash. No quiere árboles, solo quiere comprar barato y vender caro en poco tiempo. Es rápido, se mueve con la moda y no se encariña con nada, solo busca sacar provecho de los vaivenes del precio.

Con esa idea, vamos a lo difícil: los cortos apalancados. Cuando un trader piensa que el precio de Bitcoin va a caer, puede ir “en corto”. Eso es como vender algo que no tienes esperando comprarlo después más barato para quedarte con la diferencia. O sea, pides prestado un Bitcoin, lo vendes al precio actual, y si baja el precio, lo vuelves a comprar más barato, lo devuelves y ganas dinero.

Pero aquí está el truco del apalancamiento: es pedir prestado más dinero del que tú tienes para hacer una jugada más grande. Si tienes 100 pesos y usas un apalancamiento de 10x, haces como si jugaras con 1,000. Si todo sale bien y el precio baja un poquito, ganas un buen. Pero si se mueve en tu contra, puede que pierdas todo muy rápido, hasta que la plataforma te cierre la jugada automáticamente para que no te quedes debiendo.

Estos cortos apalancados hacen que el precio de Bitcoin se mueva más de lo normal. Cuando mucha gente abre cortos, meten mucha presión para que el precio baje. Pero si el precio sube, esos traders pierden rápido y las plataformas los sacan de la jugada comprando Bitcoin fuerte, lo que hace que suba más rápido y fuerza a otros traders a salir, causando una reacción en cadena llamada “short squeeze”. Lo mismo pasa con los “largos”, pero al revés.

Aunque a veces se piensa que los cortos apalancados son pura maldad y sólo manipulan el mercado, no todo es malo. De hecho, ayudan a que el mercado tenga más movimiento y que el precio se ajuste mejor. También sirven para proteger a los que tienen mucho Bitcoin si creen que va a bajar, como un seguro.

En resumen, los cortos apalancados son como una espada de doble filo: pueden hacerte ganar mucha lana, pero también pueden dejarte seco en un abrir y cerrar de ojos. Saber cómo funcionan te puede ayudar a no perderte en este rollo cripto, que a veces parece una montaña rusa sin freno. ¿Listo para la aventura? Pues igual y mejor que te prepares bien antes de lanzarte.