¡Descubre por qué Visa y Mastercard siguen siendo los reyes secretos del mundo cripto! 🚀💳

El rollo de los activos digitales está bien prendido en todo el mundo porque prometen cambiar el juego financiero con sistemas descentralizados y una nueva forma de hacer compras y pagos. Pero, aunque muchos piensan que estos activos vienen a tumbar a los grandes, la neta es que Visa y Mastercard, esas dos gigantes de la banca tradicional, no solo aguantaron, sino que ahora están bien plantadas como piezas clave para que las criptos se usen en la vida diaria. En vez de ser enemigas, estas redes son el puente que conecta lo nuevo y chido de los activos digitales con lo que ya conocemos y usamos todos los días.

Cuando hablan de tecnología que cambia todo, mucha gente piensa que va a desaparecer lo que ya existe, pero eso casi nunca pasa. Normalmente, lo nuevo y lo viejo se juntan y hacen un equipo. En el mundo de las criptomonedas, eso es justo lo que pasa con Visa y Mastercard.

Las criptos solo sirven para comprar cosas si puedes usarlas con la misma facilidad que el dinero normal. Aquí es donde entran estas redes, que llevan años construyendo una red de pagos mundial que acepta pagos en millones de tiendas y cajeros en todo el planeta. Para que alguien pueda gastar sus bitcoins o ethers en un café o para pagar la luz, necesita conectarse a esa red que ya está echando paro.

Las empresas cripto se unen a Visa y Mastercard para sacar tarjetas de débito o crédito que están ligadas a los fondos en cripto de la gente. Cuando usamos estas tarjetas, la red procesa el pago como si fuera uno tradicional, y atrás de todo eso, la cripto se convierte al instante en la moneda local para completar la compra. Así la experiencia es rápida, sencilla y confiable.

Además, estas redes grandes se llevan las palmas porque cumplen con un buen de reglas y regulaciones que no son poca cosa. Operar algo tan grande como su red implica cumplir con leyes anti-lavado de dinero, verificar a los usuarios y aventarse un buen de procesos en cada país. Ellos tienen la tecnología y la experiencia para aguantar ese rollo a nivel masivo.

Al asociarse con estas redes, las empresas de criptos pueden soltar esa presión y concentrarse más en innovar sus servicios, mientras que se benefician de la seguridad de nivel bancario que Visa y Mastercard llevan años perfeccionando. En un mundo donde aún faltan confianza y legitimidad, tener a estas marcas detrás añade mucha credibilidad.

El sistema financiero tradicional tiene cosas que las criptos solas no pueden copiar fácil, como el crédito. Poder comprar hoy y pagar después es algo que solo funciona con bancos y tarjetas, y acá es donde estas redes hacen magia a nivel global.

Lo más chido es que los dos mundos se retroalimentan. La raza usa sus tarjetas para comprar criptos, metiendo dinero fresco al ecosistema, y luego usan las ganancias en cripto para pagar sus gastos tradicionales o sacar préstamos, mezclando sus activos digitales con su vida financiera normal.

Esta comodidad, más la protección al consumidor y la forma familiar de pagar, no compite con las criptos, más bien las acelera. Las redes tradicionales bajan la barrera para que más gente le entre a este mundo digital, haciendo que las criptos salgan del nicho para convertirse en algo de todos los días. Los dos sistemas se arman uno al otro y hacen que la experiencia sea mucho mejor que si funcionaran por separado.

Aunque se dice que las criptos van a eliminar a los intermediarios y crear un sistema de pagos nuevo de a huevo, la realidad actual y la que se viene pinta más para una convivencia chida. La tecnología blockchain es buenaza para movimientos grandes, enviar dinero a otros países y crear cosas nuevas, pero para compras rápidas, tipo ir al súper o pagar en la tienda, la red de Visa y Mastercard sigue siendo la más rápida, eficiente y aceptada. Estas redes procesan todo en milisegundos y con una confiabilidad que las soluciones directas en blockchain todavía están tratando de lograr.

Ahora, sí es claro que Visa y Mastercard son clave para la adopción de criptos, siendo el nexo entre lo digital y lo tradicional. Pero hay quienes creen que, a largo plazo, su rol principal podría cambiar. La idea es que la verdadera fuerza de los activos digitales está en bajar mucho los costos de las transacciones y quitar a los intermediarios centralizados.

Las comisiones que cobran estas redes, aunque se entienden por el servicio que ofrecen, son un gasto extra que el mundo descentralizado quiere eliminar. Conforme las cadenas de bloques mejoren, salgan estándares que permitan liquidar pagos rápido, barato y directo del cripto al comerciante sin pasar por procesadores centrales, la dependencia a estas grandes redes podría ir para abajo.

Entonces la pregunta no es si Visa y Mastercard son importantes hoy, sino si la innovación cripto hará que, con el tiempo, ya no se necesiten tanto. El éxito de estas redes en el mundo cripto podría ser justo lo que impulse a la tecnología para que crezca y, eventualmente, las deje de necesitar para pagos diarios.

(Ah, y no olvides que lo que aquí lees no es un consejo de inversión, más bien es información para que te pongas al tiro y hagas tu tarea antes de mover tu lana).

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