¡Olvídate de Silicon Valley! El futuro de DePIN te sorprenderá donde menos lo esperas
Lo que está pachanga en el mundo DePIN según Yanal M. Hammouda, mero mero de expansión en Wingbit
En el primer trimestre de 2025, el rollo de la infraestructura descentralizada (o DePIN, para los cuates) se llevó una lana de 150 millones de dólares. Y se espera que para 2028 este mercado crezca a la gigantesca cifra de 3.5 billones de dólares. Pero ojo, lo más chido no es el dinero que entra, sino en dónde están prendiéndose estas redes.
En vez de Silicon Valley, los que realmente están rifándose con DePIN son lugares como Oriente Medio, Sudeste Asiático y América Latina. Estos sitios, a pesar de tener problemas de infraestructura, están jalandole con ganas y con reglas claras para que la web3 crezca.
La cosa es que DePIN florea donde la infraestructura vieja se raja y la gente tiene que ponerse las pilas para resolver sus broncas en banda. Por eso, si eres inversor o creador, tienes que buscar esos mercados que no sean los típicos de Estados Unidos.
Los famosos “sandboxes” de DePIN
Silicon Valley tuvo su momento de gloria con leyes como la Sección 230 o la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital, que les echó montón para que la web2 explotara. Pero en web3, EU apenas está aventándose con la Ley GENIUS y un reporte federal que reconoce lo que DePIN puede hacer.
Mientras tanto, países como Dubái ya tienen la Autoridad Reguladora de Activos Virtuales (VARA) que crea espacios seguros para que proyectos de infraestructura Web3 crezcan sin broncas. Singapur también está rifándose con iniciativas que impulsan la tokenización y dan reglas claras para que las blockchains den guerra.
En Corea del Sur, LG U+ lleva desde 2018 probando pagos internacionales con blockchain, algo que allá les salió sin complicaciones, mientras que en EU tendría que haber tardado un buen en tramitar permisos. Checa que Corea del Sur creció un 15% en servicios blockchain en 2023, no es cualquier cosa.
Vietnam lanzó a finales de 2024 una estrategia nacional para tener claridad legal en cómo usar blockchain para todo, desde finanzas hasta agricultura, y anda probando una blockchain nacional para que ciudadanos puedan hacer trámites sin tanto rollo.
La feria más gorda para DePIN está en otras tierras
Aunque Silicon Valley aún se lleva el 24% de la inversión global en capital de riesgo, la verdad es que el billete para blockchain está fluyendo con fuerza en otros lados.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) andan en el tercer lugar mundial en adopción de criptomonedas, aventándole a EU que está en cuarto. Se espera que en 2025 lleguen miles de nuevos millonarios a Dubái, y esta onda tech les encanta.
Abu Dabi tiene un fondo de 500 millones de dólares nomás para proyectos sobre blockchain, inteligencia artificial y nube. Eso los pone como líderes mundiales en apoyar a las aplicaciones DePIN, sobre todo en áreas donde la infraestructura tradicional se quedó corta.
Singapur, con sus fondos Temasek y GIC, también están apostando con ganas en la infraestructura blockchain fuera de los polos típicos. Han echado buena lana en empresas de Hong Kong como Animoca Brands, que está superando revueltas en el mundo crypto.
Piensa en necesidades, no en lujos
Antes, Nueva York y Silicon Valley eran los reyes para lanzar productos Web3, pero ya no es así.
Aunque en EU todavía hay como 380,000 hotspots inalámbricos descentralizados (gracias a Helium), la verdadera expansión está en Sudeste Asiático y América Latina.
En los pilotos de Helium en México, la banda que usa Movistar pudo navegar hasta 7 horas al día sin broncas, mostrando que DePIN puede resolver problemas reales en conectividad.
El mensaje para los desarrolladores es claro: hagan productos pensando en la raza que los necesita de verdad, no en los que solo quieren verse cool en cafés de Palo Alto. Para los inversionistas, la onda es invertir en proyectos que arreglen problemas reales en países con reglas claras y crecimiento en la adopción.
Los que hacen las leyes tienen que ponerse las pilas y crear reglas flexibles para estas nuevas ideas blockchain, sin tratar de meterlas a la fuerza en viejas categorías.
En Asia, las empresas no se quedaron cruzadas de brazos y crearon apps que cambiaron la forma de usar móviles en la década pasada. Parece que ahora los EAU, Vietnam y Singapur quieren hacer lo mismo con Web3 y las nuevas redes descentralizadas. Vale la pena echarles un ojo a donde esto va a estar en 5 o 10 años.
Así que ahí la llevas: el futuro de DePIN no está solo en Silicon Valley, está en esos lugares que están prendiéndola con tecnología y reglas chidas para que la gente se conecte mejor y más fácil.
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