¡Las criptomonedas se están impacientando: la regulación perfecta YA no puede esperar! 🚀💥

Lo que dice Kevin de Patoul, el mero mero de Keyrock

En el mundo cripto andamos viendo como un déjà vu. Los activos del mundo real tokenizados, fondos y tesorerías en cadena ya se habían mencionado un montón de veces. En 2022, el hype estaba al cielo, pero la neta la adopción real era muy baja. Un estudio de esos bien pesados dijo que para 2030 esto podría valer 16 billones de dólares. Pero en 2025, la cifra real anda por 50 mil millones.

Ahora el rollo se siente distinto, y no solo porque peces gordos como BlackRock ya metieron su cuchara con fondos tokenizados o Circle hizo su USDC la red de pagos para bonos on-chain. Lo importante es que la cosa ya no es solo hype: ya hay negocios reales, dinero real entrando y la banda cumpliendo reglas reales.

Pero la bronca que sigue frenando todo es ese rollo de querer un marco legal perfecto.

Más vale irle dando al progreso, no esperar al santo grial

El futuro de las finanzas va a ser digital, y todas las cosas: desde bonos hasta casas estarán tokenizadas. Eso debería hacer que todo sea más rápido, barato y fácil de usar.

Pero de nada sirve si las instituciones no quieren meterle lana a lo grande. Los bancos y las empresas grandes no se casan con la incertidumbre. No es que los reguladores no quieran hacer cosas, sino que se obsesionan con un reglamento perfecto que en la práctica es imposible y solo causa freno.

Que suene bonito eso de reglas globales y armonizadas está chido, pero en la mera neta, todo está bien dividido y fragmentado. Lo que pasa en Europa no es igual a lo que pasa en EU o Singapur. No es que las criptos estén raras, en realidad las finanzas tradicionales también viven en este caos. Querer que todo encaje perfectamente solo hará que esto no avance.

En varios países ya están poniendo ejemplos aprovechables: EU tiene claro que las acciones tokenizadas son valores; Europa con MiCA va lento, y Singapur mete bonos tokenizados pero solo para cuates con mucha lana y limita a la banda que no es inversionista institucional.

No es que los reguladores estén fallando, es que la regulación va evolucionando. Lo que falta no es claridad total, sino infraestructura y que la banda se aviente a usarla. Mercados con reglas imperfectas sí funcionan, mercados sin jugadores, no.

La espera cuesta lana y tiempo

Las instituciones andan con miedo, no porque odien la blockchain, sino porque no quieren que sus jefazos o reguladores las corran si algo se rompe o si el activo les cae en mal plan con la ley.

Armar todo desde cero les sale carísimo y para un mercado chico todavía les cuesta justificarlo. En algunos lugares puedes invertir con ritmo, pero en otros hasta el más mínimo detalle legal los deja fuera.

Esta incertidumbre no solo frena, sino que también eleva los gastos en abogados, obliga a las empresas a hacer divisiones complicadas y frena la liquidez internacional. Cada país parece un campo lleno de minas legales y eso ya no es solo problema de tecnología, sino un lío grande con las leyes.

Un poco de claridad, aunque esté medio chafa, ayuda a meter más lana

Las criptos no necesitan una súper ley mundial para avanzar. Los mercados tradicionales llevan años funcionando con reglas diferentes y a medias. Lo que importa es un mínimo de claridad para que la banda pueda ver el riesgo y decidir.

Por ejemplo, el sistema bancario sombra mueve 60 billones de dólares, no está perfecto ni es igual en todos lados, pero funciona.

No es pedir menos reglas ni menos cuidado. Hay que proteger a la banda del fraude y cuidar a los inversionistas, pero no se requiere un reglamento impecable a nivel mundial para eso.

Para los que hacen las reglas, la onda es sacar normas que se puedan ir ajustando con el tiempo. Mejor avanzar poco a poco que quedarse parados esperando la perfección.

Para los bancos y empresas, el peligro está en quedarse atrasados. La tokenización no se va a quedar quieta, los que sean ágiles ya están construyendo en los países con reglas más claras.

Para los que desarrollan en cripto, la tarea es dejar de esperar a que alguien les dé permiso y empezar a jugar con lo que hay, mejorando poco a poco.

La tokenización sí resuelve broncas de verdad, si la dejamos

La gracia de la tokenización no es solo para los conocedores de la escena, sino para resolver problemas reales: evitar que las transferencias duren días, que haya dinero atorado en procesos y que los activos estén cerrados a ciertos países.

Las stablecoins ya mostraron la ruta: cuando los reguladores dan claridad, aunque no sea perfecta, la adopción crece. Lo mismo puede pasar con los valores tokenizados, pero hay que dejar de pensar que la regla tiene que ser “perfecta o nada”.

Algunos dirán que eso es conformarse con poquito, pero en realidad así es como crecen los sistemas financieros.

De la teoría a la práctica, banda

Las criptos ya son cosa seria, no solo memes ni especulación. Ya hay negocios con ganancia y flujo de dinero real moviéndose en la cadena.

Si alguna vez fue momento de aceptar que se avance poco a poco, es ahora. Los que se animen a trabajar con reglas en evolución van a marcar la nueva era de las finanzas.

El progreso es moverse, no esperar a que todo esté perfecto. Si la industria sigue en espera del reglamento ideal, la revolución de los activos digitales seguirá siendo puro sueño.


Kevin de Patoul, cofundador y CEO de Keyrock

Este texto es para informar nomás, no es consejo legal ni de chamba. Las ideas aquí son de Kevin, no de Cointelegraph.

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