¡La guerra Ripple vs SEC terminó! ¿Listos para el duelo épico contra SWIFT? 🚀💥

¡Por fin! Ripple dejó atrás su bronca legal con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (la famosa SEC), y con eso le dio luz verde a su moneda, el XRP. Ahora todos se preguntan: ¿será que XRP por fin puede pelearle a SWIFT como la opción chida para enviar dinero al extranjero?

Para quienes no saben, SWIFT es la red que desde 1973 mueve la lana internacionalmente entre bancos. Pero mucha raza ya la ve como algo anticuada y lenta. Aquí es donde entra Ripple y su tecnología blockchain, que, según ellos y el mero mero de Ripple, Brad Garlinghouse, es más rápida y transparente.

Pero, ¿qué onda con SWIFT? Pues es el sistema que usa el mundo para comunicarse entre bancos y hacer que el dinero llegue a donde tenga que llegar. No manda lana directamente, sino mensajes seguros para coordinar todo. Todos los días mueven millones de transacciones y tienen cobertura en más de 200 países. Pero, ojo, no es perfecto: a veces tarda días, cobra comisiones altas y, lo peor, una de cada diez transacciones se traba o falla.

SWIFT por dentro es una tecnología que ya tiene décadas, casi vintage, aunque le han metido parches para no quedarse atrás. Por su parte, Ripple promete liquidar y mover la lana más rápido, con menos broncas y a menor costo.

En 2018, justo antes de que empezara el pleito legal con la SEC, Garlinghouse ya estaba diciendo que iban a competir con SWIFT y que los bancos se estaban animando a usar XRP Ledger. Y no es broma: el precio del XRP se ha subido como globito, aumentando un 400 % en el último año.

Pero, entonces, ¿por qué Ripple no ha superado a SWIFT?

Cassie Craddock, la jefa de Ripple para Europa, dice que la idea no es tumbar sistemas viejos, sino hacerlos más modernos y eficientes con tecnología blockchain. Asegura que para crecer tienen que mejorar la experiencia de uso y que las reglas del juego, o sea la regulación, estén claras.

Durante todo este tiempo, Ripple estuvo en un juicio pesado contra la SEC porque les acusaban de vender XRP sin registrarlo como inversión legítima. Después de años, la jueza decidió que las ventas automáticas no eran problema, pero que las ventas a grandes inversionistas sí, y aunque le dieron una multa a Ripple en 2024, en 2025 ambas partes ya decidieron dejar la pelea atrás, sobre todo con el cambio en la presidencia y el nuevo enfoque de la SEC.

Este lío frenó la expansión de Ripple en EE.UU., pero la empresa se movió rápido y agarró socios en otras partes del mundo. Además, esto le dio a XRP una claridad legal que pocas criptos tienen.

Aunque ahora todo está más claro, convencer a los bancos sigue siendo un reto. La gente que neta sabe del tema (como un ingeniero que se hace llamar Vincent Van Code) dice que los bancos no quieren cambiar porque “SWIFT ya es lo que conocen y les da seguridad”, y aunque el sistema tiene sus fallas, cambiarlo sería carísimo y tardado.

Así que Ripple está en una lucha donde no solo enfrenta tecnología vieja, sino leyes que aún están medio vagas y bancos que nomás no quieren arriesgarse. Por eso, el poder que tiene SWIFT por ser el rey todoterreno de los pagos globales es fuerte y cambiar esa costumbre puede tardar años.

La buena noticia es que hay más herramientas conocidas y amigables, como las stablecoins (dinero digital que vale igual que un dólar), que ayudan a cerrar la brecha entre lo viejo y lo nuevo. Por eso, cada vez más bancos se animan a probar la tecnología blockchain.

¿Y qué onda con los pagos digitales en general? En Estados Unidos, parece que las criptos y stablecoins van agarrando fuerza. El Congreso está más a favor de las stablecoins privadas que de un dólar digital controlado por el gobierno. De hecho, hicieron una ley para que solo los legisladores puedan crear una moneda digital oficial, dejando fuera al Banco Central.

Luego de que la SEC dejó de investigar a Ripple, Garlinghouse dijo en Fox News que el mercado estadounidense tiene enorme potencial y que la tecnología blockchain podría revolucionar los sistemas de pago todavía controlados por SWIFT.

En resumen, a pesar de que el camino está lleno de desafíos, Ripple y su XRP cada vez están más cerca de hacerle competencia al viejo y gigante SWIFT. Solo hay que esperar a que los bancos le pierdan el miedo a lo nuevo y que las leyes le den confianza al cambio. Mientras tanto, la historia se sigue poniendo interesante.

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