¡Boom! El misterioso “gm” de Sam Bankman-Fried hace explotar la locura en la comunidad cripto con el token FTT

¡Boom! El misterioso "gm" de Sam Bankman-Fried hace explotar la locura en la comunidad cripto con el token FTT

La historia de las criptomonedas casi siempre suena a grandes ganancias, subidas y bajadas locas en el mercado, o a que las grandes instituciones las están tomando en serio. Pero en América Latina la cosa es diferente. Aquí las criptos no son un tema de moda ni de debates filosóficos; más bien, se usan porque realmente ayudan a resolver broncas del día a día. La gente las adopta porque necesitan una mano para lidiar con la economía, no por andar peleando si Bitcoin es el futuro o no.

La neta es que cuando alguien busca una solución, no le interesa si es descentralizado o qué rollo con la tecnología. Solo quiere que funcione. Y con la inflación desmadre, la moneda que se devalúa y el rollo de hacer transferencias internacionales que parecen eternas y caras, las criptomonedas entran a echar paro de manera bien chida.

Por ejemplo, los pagos y remesas. En muchos países, la economía informal está a todo lo que da, y mucha gente trabaja sin tener cuenta de banco. Aquí las criptos son la neta porque permiten hacer pagos rápido, sin que te chinguen con comisiones pesadas o esperas largas. Un vendedor de artesanías o un taxista pueden aceptar pagos en cripto sin problemas, nomás con un código QR, y sin tanto rollo bancario.

Las remesas también cambiaron. Antes mandar lana a la familia era un viaje: costoso y tardado. Ahora con las criptos, el dinero llega casi al instante y sin que el carterista se lleve la mordida. Esto hace que las familias puedan comprar más con lo que reciben, porque no pierden tanto en comisiones.

La inflación en varios países está tan cabrona que hasta ahorrar es un chiste. Muchos prefieren guardar su dinero en dólares, pero no siempre es fácil conseguirlos o cambiarlos. Aquí las stablecoins, que son criptos pegadas al valor del dólar, se han vuelto la opción para proteger los ahorros sin tanta complicación. Solo guardan sus monedas digitales en el celular y listo, su dinero está más seguro contra la inflación.

Aunque Bitcoin y otras criptos son volátiles —pueden bajar un buen en un día— para la banda común, es menos peligroso que ver cómo su moneda local pierde la mitad de su valor en un año. Eso sí, tampoco es un juego: hace falta tener conocimientos para no caer en fraudes o perder las llaves de las carteras digitales, porque si las pierdes, adiós a tu lana.

La neta es que la gente no usa las criptomonedas porque crean en la idea de libertad financiera o lo que se supone que representan, sino porque les resuelven un problema urgente. Son rápidas, baratas y accesibles, y eso es lo que importa. No les importa si son centralizadas o descentralizadas, solo quieren que les sirvan.

El verdadero motor aquí es que las instituciones bancarias y financieras tradicionales no están cumpliendo con lo que la gente necesita. Por eso el chavo, la señora o el señor común se van con las criptos para no perder más dinero. Este uso práctico es lo que asegura que las criptomonedas hayan llegado para quedarse y no sean solo una moda pasajera.

En Caracas, un vendedor de garnachas acepta Bitcoin con un QR y lo convierte rápido a bolívares para comprar insumos. En Buenos Aires, un programador cobra en una stablecoin porque así se salva de la devaluación y de las broncas para cambiar pesos. Y en El Salvador, una familia recibe remesas de Estados Unidos sin tener que pagar comisiones horribles ni esperar días para que llegue la lana.

Estos ejemplos muestran que las criptos ya están metidas en la vida diaria de muchísima gente, ayudando a la gente a comprar comida, pagar servicios o mandar dinero a la familia más fácil y barato. Ya no es cosa de inversión, sino una cuestión de supervivencia. En Latinoamérica, cada peso ahorrado en comisiones o cada minuto que se evita de espera vale oro.

Así que sí, las criptomonedas llegaron para ayudar en serio, no para adornar discursos ni para juegos de ricos.

Artículos relacionados

Respuestas