¡Alerta! La macroestructura de Bitcoin grita “¡Se acabó el boom!” y Glassnode confirma que solo viene bajón 📉💥

¡Qué onda, banda! Glassnode viene a soltar la neta sobre Bitcoin y no pinta tan chido el panorama. Resulta que después de que BTC pegó su bajón hasta 109 mil dólares, ya traen señales claritas de que se está cansando el rollo, y eso podría hacer que la caída se ponga más cabrona.
Según los datos que traen, las instituciones —esas empresas grandotas que meten billete— no están alcanzando a cubrir la presión que meten los que tienen Bitcoin a largo plazo (los famosísimos LTH). O sea, los chavos que dejaron la lana guardada por mucho rato ya están sacando su lana y eso hace que el precio se tambalee. Además, los ETFs y otros instrumentos financieros que están tratando de aguantar la cuerda parecen estar en modo “frágil”, lo que podría destapar una corrección más gacha.
Glassnode dice que después del máximo histórico que tocó BTC en 124 mil dólares, la caída del 10% no es tan brutal comparado con las caídas de ciclos anteriores, pero ya se siente cansancio, como cuando un luchador se agota después de varios rounds. La volatilidad ha bajado y el ritmo es más lento, parecido a lo que pasó de 2015 a 2017, pero todavía sin la última explosión.
Lo curioso es que este ciclo alcista duró más o menos 1,030 días, casi igual que los dos anteriores. Eso significa que, aunque el precio subió, la fiesta está llegando a su fin después de tanto tiempo. Las entradas de capital que llegaron desde noviembre de 2022 ya suman un chorro, más de 1 billón de dólares invertidos, y la rotación de lana es la más grande que se ha visto.
Pero ojo, porque los que aguantan su Bitcoin mucho tiempo han vendido más que en ciclos pasados. ¡Ya sacaron 3.4 millones de BTC! Esto muestra que la banda que se quedó tranquila con su BTC está empezando a mover la feria, y eso pone nervioso a cualquiera.
Por otro lado, los ETFs, esos fondos que intentan manejar la lana con más control, han estado aguántandole la onda a los que venden, pero la cosa está peliaguda porque el balance es frágil: justo cuando las ventas se dispararon a niveles altos, las entradas de dinero por ETFs casi pararon. Esto hizo que el mercado estuviera medio tambaleando y la caída se acelerara.
En los contratos de futuros, que son apuestas sobre cómo va a ir el precio de Bitcoin, también hubo lío: se quitó un buen de posiciones apalancadas (esos trades con préstamo de lana), lo que aumentó la presión bajista. La buena noticia es que eso limpia el exceso de riesgo y ayuda a estabilizar el mercado.
Glassnode recuerda que todo esto se parece al clásico “comprar el chisme, vender la noticia”: la gente entra cuando escucha rumores y sale rápido cuando ya se confirma lo que esperaban. Si las instituciones y los holders no se ponen de acuerdo y meten más lana en el juego, el riesgo de que esto se ponga peor y el precio se enfríe mucho sigue latente.
Así que pilas, chavos, porque Bitcoin podría estar esperando su siguiente movida, pero igual hay que tener cuidado y no aventarse sin paracaídas. Ya saben que esto de las criptos está lleno de emociones y cada quien debe hacer su tarea antes de soltar su feria. ¡Ánimo y a darle con cabeza!
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