¡Las cripto van por el subidón pero se olvidan del vraie $$$! 🚀💸
Opinión de: Kony, cofundador y CEO de GAIB
En la época de la fiebre del oro, no eran los mineros los que se forraban, aunque todos pensaban que con un pico y una pala iban a ser ricos de la noche a la mañana. La verdad es que era un trabajo durísimo y sin garantías. Los que sí ganaban banda eran los que vendían las herramientas, los dueños de las tierras y los que movían todo el rollo del transporte. Ellos sí veían la lana mientras los demás andaban buscando oro que nunca encontraban.
Hoy la historia sigue igual. Los que meten billete en la infraestructura son los que hacen la fiesta, más que los que nomás corren tras el boom del momento. En los primeros meses de este año, los tokens de IA dominaron el show en el mundo cripto, acaparando casi el 40% del interés de los inversionistas. Los llamados degens (gente que se lanza sin miedo a lo que brille) empezaron a brincotear, esperando que el próximo token les multiplique su dinero y se hagan ricos rapidito. Aunque ya hay avances de verdad en algunas partes, muchos nomás están atrás del ruido y se amontonan en los tokens de IA como si fueran a encontrar un tesoro.
El cuellito de botella en la computación que nadie ve
Para 2030, los centros de datos van a necesitar casi 7 billones de dólares para seguir al ritmo de la demanda de computación. Sin esa computación, los proyectos de IA ni existen. Igual que en la fiebre del oro, esto es el cuello de botella que nadie está viendo. La computación es como la sangre viva de la IA: genera lana y es súper necesaria, pero no es fácil conseguirla. Puede que en el mundo cripto todavía no le estén dando importancia, pero las instituciones financieras tradicionales sí están jugando fuerte, agarrando chips y poniendo millones en centros de datos. Pero al mismo tiempo, están batallando para firmar esos acuerdos, y eso frena el flujo de capital para quienes manejan IA.
Aquí está la oportunidad para las cripto, y por qué hasta ahora la industria no ha dado en el clavo. El plan original de las cripto era hacer que la infraestructura fuera un mercado abierto, y ya logramos eso con la infraestructura financiera. ¿Por qué no hacer lo mismo con la infraestructura de IA? Mientras la banda común está comprando los titulares y sueños, las instituciones se están quedando con el hardware. Un mercado que solo funcione con la atención no dura, pero uno basado en la propiedad nos deja tomar el control y construir algo chido y duradero.
La computación, el primer activo real y vivo
Más allá de solo hacer apuestas especulativas con tokens, ahora está al alcance de la mano un rendimiento real de activos que producen cosas. La computación es digital desde su origen, se puede combinar y su producción se mide bien. Es un activo real (RWA) con todas las de la ley. En vez de apostar por la última memecoin de moda, los inversionistas pueden ir directo a la fuente y ser dueños de una parte de lo que hace que el próximo ChatGPT funcione. Esta tecnología es real y está lista para armar mercados alrededor de la infraestructura que mueve esta nueva economía. Como usuarios, solo tenemos que cambiar la atención y mirar lo que se puede lograr para los inversionistas y también para la sociedad.
La computación es activa, diferente a otros activos reales y tradicionales como los bonos, inmuebles o arte que son más pasivos. Aunque esos activos tienen valor, la computación impulsa la demanda en tiempo real, alimenta los modelos de IA y genera ganancias que se pueden compartir en los mercados de manera verdadera y sostenible, desde la cadena. No es solo un papelito tokenizado, sino la materia prima económica de la era de la IA. Si las cripto quieren jugar en la liga de la inteligencia artificial, tienen que empezar por aquí y meterse en esta nueva clase de activo real.
Si las cripto quieren liderar la IA, tienen que financiar la infraestructura
Lo que dejó claro la fiebre del oro es que la infraestructura siempre dura más que la emoción del momento. El verdadero poder de las cripto nunca fue seguir la euforia, sino crear mercados abiertos y sin fronteras. La IA puede parecer nueva, pero la lección es de siempre: quien tiene el control de la infraestructura controla el futuro.
Opinión de: Kony, cofundador y CEO de GAIB.
Este texto es solo para informar y no es consejo legal ni de inversión. Las opiniones que aquí se expresan son del autor y no reflejan necesariamente las ideas de Cointelegraph.
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