¡Golpe al hacker! La condena de Roman Storm por Tornado Cash abre la caja de los truenos y alarma a todos
Pues mira, Roman Storm, uno de los cerebros detrás de Tornado Cash, acaba de ser declarado culpable de manejar un negocio de envío de dinero sin permiso… y eso tiene a todos en la criptoesfera bien preocupados. El chiste es que esta condena podría abrir una puerta muy peligrosa para todos los que desarrollan software y para la privacidad en línea.
Resulta que el miércoles 6 de agosto lo agarraron con las manos en la masa y lo hallaron culpable, con una pena que puede ser hasta de cinco años. Eso sí, el jurado no pudo decidir si era culpable de lavar dinero o de hacer tranzas violando sanciones de Estados Unidos, así que esos cargos todavía están en la mira y pueden volver a juzgarlo.
Aunque todavía no le ponen fecha para sentenciarlo, algunos casos chéveres como el del ex de FTX, Sam Bankman-Fried, y el de Karl Greenwood de OneCoin, ya terminaron en la cárcel en la misma zona. Por eso el rollo se pone más serio.
Los abogados y expertos en criptos están diciendo que este fallo es como un aviso peligroso para todos los que hacen programas abiertos y para la privacidad de los usuarios. Storm, desde la semana pasada, hizo un llamado a su banda para que lo apoyaran, pero la cosa se complicó demasiado.
¿Y qué es Tornado Cash? Pues es un programa que nació en 2019 y sirve para mezclar criptomonedas, básicamente para esconder de dónde vienen. Los fundadores fueron Storm, Alexey Pertsev y Roman Semenov. Desde el principio, los poli gringos pusieron el ojo en ellos porque sospechaban que se usaba para lavar dinero. De hecho, los metieron en la mira con sanciones y luego los sacaron de la lista de bloqueos en marzo, pero la bronca siguió.
Pertsev ya fue arrestado en Holanda desde 2022, Storm cayó en Estados Unidos un año después, y Semenov todavía anda libre, pero está en la lista negra del FBI. La banda de Storm dice que no deberían culpar a los creadores por lo que hagan los usuarios, pues ellos no controlan ni guardan la lana, solo hicieron el software. Pero el gobierno de EUA piensa otra cosa.
La jueza Katherine Failla dijo que aunque no tengan control directo sobre el dinero, como creadores de Tornado Cash se les considera responsables porque es un transmisor de dinero. Deberían haber puesto reglas súper estrictas para evitar que se use para cosas turbias.
Toda la comunidad cripto que se rifa por la privacidad está bien al tanto y preocupada por lo que esto puede significar para las finanzas descentralizadas y para crear software.
Un grupo llamado Blockchain Association soltó un comunicado diciendo que este fallo es un golpe bajo para los que crean software abierto y que podría criminalizar a cualquiera que haga algo parecido, hasta navegadores y apps de mensajería, porque alguien las use mal.
Por otro lado, el Instituto de Políticas de Solana dijo que la condena muestra que no entienden bien la bronca del software descentralizado, donde los desarrolladores no tienen control sobre lo que hacen los usuarios.
A pesar de todo, no todo está perdido para Storm ni para los que andan en este rollo. Andrew Rossow, un abogado medio pesado en políticas de tecnología, dice que este juicio no es solo por un tipo o un programa, sino es como un plebiscito sobre lo que uno puede hacer como creador en esta era de código abierto. El jurado no pudo decidir en los cargos más complejos, y eso deja la puerta abierta para definir que el código no es criminal por sí solo.
La cosa queda en si los creadores neutrales deben cargar con la bronca si alguien usa mal su software. También muestra que los jueces están bien perdidos con cómo funciona lo descentralizado.
Pero tranquilo, porque la banda va a dar batalla. El Instituto Solana quiere que el Congreso apruebe la Ley CLARITY para poner reglas claras sobre la DeFi, y la Blockchain Association dice que las autoridades deben parar de andar “regulando por meter en rollos legales”.
Además, puede que haya apelación, porque la lucha apenas empieza. Ji Kim, el mero mero del Crypto Council for Innovation, dice que la apelación es necesaria y que hace falta claridad legal para saber quién es o no un transmisor de dinero.
Por mientras, Storm no ha dicho mucho, y no se sabe si va a apelar, pues todavía no tiene fecha para que lo sentencien.
La comunidad cripto no piensa quedarse viendo. Un día después del juicio, la Ethereum Foundation anunció que va a juntar medio millón de dólares para que Storm tenga para sus gastos legales. Hsiao-Wei Wang, una de las jefas de la fundación, lo dijo bien clarito: “La privacidad es lo normal y escribir código no es un delito”.
Así que ahí la llevamos, banda. Entre polémicas, juicios y apoyos, la neta esto apenas comienza, y la guerra por la privacidad y la innovación crypto sigue firme.
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