¡Ethereum se dispara a un nuevo récord justo cuando todos esperan una bajada de tipos en septiembre!

Después de un buen rato de subidas y bajadas bien locas, Bitcoin anda mostrando que quiere levantarse otra vez. Bajó tanto que muchos ya le pusieron el apodo de la “zona del miedo”, pero ahora parece que se está dando un respiro y hasta algunos se preguntan: ¿esto es de verdad o nomás nos están chingando con un pequeño resbalón antes de que vuelva a caer? Para entender qué onda, hay que ver cómo están pensando los que le meten lana y qué cosas los traen con nervios.

Cuando Bitcoin se fue para abajo, el pánico se sentía hasta en el aire. Noticias complicadas, reglas que cambian y los que ya sacaron ganancia vendiendo hicieron que muchos se pusieran a vender sin miedo al precio. Fue una venta masiva de miedo, como cuando alguien cree que se va a acabar el caldo y se quiere agarrar lo que pueda primero. Esto es un ciclo que no es nuevo, y Bitcoin tampoco es inmune.

Ahora que está repuntando, no es que haya una explosión de alegría, más bien se sienten todos medio cautelosos. Como cuando vas a echar un shot y nomás lo pruebas con cuidado. Eso quiere decir que la subida está algo débil; la neta, mucha gente todavía tiene miedo de que venga otra mala noticia y se desate otro caos. Además, los grandes cuates, esos que traen mucha lana para comprar, todavía no le entran con todo.

Lo que más asusta a los inversionistas son las broncas grandes, esos rollos que vienen de la economía global. La forma en que la Reserva Federal y otros bancos manejan las políticas, la inflación que no afloja y las broncas entre países hacen que la banda prefiera jugársela con cosas más seguras y no tanto con criptomonedas que pueden subir o bajar de repente. Además, Bitcoin ya se parece mucho a la bolsa y eso le quita lo chido de ser algo diferente y seguro.

Las reglas también están bien complicadas. En lugares clave como Estados Unidos y Europa, siguen soñando con nuevas leyes y posibles impuestos que ponen nervioso a quien quiera invertir en serio. Cuando hagan unas reglas claras y que no espanten, puede que llegue más plata institucional, pero mientras no, la gente sigue con la duda.

Aunque la tecnología de Bitcoin mejora, hay broncas que no se han arreglado del todo, como las comisiones para hacer transacciones y el daño que hace la minería al medio ambiente. Estos temas, aunque técnicos, hacen que la banda no se anime del todo.

Para saber si este respiro de Bitcoin es de verdad, hay que fijarse qué hacen los que llevan tiempo con esta moneda. Si ellos están aprovechando para vender, pues quiere decir que no confían mucho. Pero si siguen comprando, ahí puede ir la señal de que creen en el futuro de Bitcoin.

También es clave ver cuánta gente está comprando o vendiendo. Si la subida es con poco movimiento, puede que nomás sea un rato y después se vaya todo pa’ abajo otra vez. En el mundo de los futuros y opciones, donde apuestan por precios futuros, si se ve que están parados en modo “vamos para arriba”, puede que el rally siga.

Hay quienes dicen que aunque parezca frágil este repunte, en realidad es algo bueno. Que la caída fue como un “limpia” para sacar a los que nomás andaban buscando ganar rápido y dejar sólo a los que sí tienen confianza a largo plazo. Así, el mercado se pone fuerte para avanzar más estable y sin tanto drama.

Desde ese lado, no hay que esperar euforia loca. Mejor que suba despacito y con base, porque así la cosa aguanta más. Que los que nomás vienen por el tiro rápido se queden fuera puede ser lo mejor para que Bitcoin crezca de verdad.

Este levantón nos hace pensar qué onda con un mercado sano. No se trata de locuras de subidas rápidas, sino de ir paso a paso con seguridad. El desmadre corto de siempre puede estar quedando atrás para que Bitcoin tenga una base bien firme.

Lo chido de Bitcoin es que aguanta con todo: los rollos económicos, la incertidumbre de las reglas y el desmadre del mercado. Aunque el camino sigue con baches, este repunte muestra que sigue fuerte y listo para aguantar más. La neta, el valor de Bitcoin no está en cuánto sube en dos días, sino en que puede mantenerse firme y seguir creciendo aunque todo esté bien loco.