¡Escándalo tech! Eliza Labs, el proyecto de IA que actúa por sí sola, ¡exige justicia a xAI de Elon Musk!
El rollo es así: Eliza Labs, un proyecto de inteligencia artificial bien pilas, le metió una demanda a xAI, la empresa de Elon Musk, porque dicen que están haciendo jugadas bien sucias para echarlos del juego. Resulta que xAI supuestamente se chingó información valiosa de Eliza Labs —como documentos técnicos y números secretos— para copiar sus ideas y sacar a Eliza de la cancha.
Shaw Walters, uno de los que fundó Eliza Labs, dice que la relación empezó chida, con xAI invitándolos a compartir ideas. Además, usaban la API de xAI porque era gratis. Pero la cosa se puso tensa cuando Musk lanzó unos nuevos proyectos, Ani y Grok, y de repente les pusieron una mega factura: 50 mil dólares al mes solo por usar la licencia empresarial. O sea, 600 mil al año. Si no, les iban a caer con todo el peso de la ley. Shaw dice que ellos ya estaban pagando unos 20 mil dólares al año por otras licencias, así que la exigencia les cayó como balde de agua fría.
Esta bronca refleja lo complicado que está el rollo de la inteligencia artificial, porque el sector apenas está agarrando forma y las reglas legales no están nada claras. Además, las demandas entre empresas son cosa de todos los días, peleando por patentes, marcas y quién se queda con qué.
Para que te des una idea, en febrero de 2024, Elon Musk también le lanzó una demanda a Sam Altman, el capo detrás de OpenAI, porque dice que cambiaron la misión de la empresa de ser open source y por el bien de todos, a algo que solo piensa en hacer lana.
Aunque Musk quitó esa demanda en junio, dejó la puerta abierta para volver a aventarla cuando quiera. Por si fuera poco, en julio, The New York Times también agarró a OpenAI de las orejas por usar material con derechos de autor en ChatGPT, y pidió que les digan exactamente de dónde sacó ese contenido la IA.
Y para cerrar con broche de oro, en agosto de 2025, otra empresa llamada Xai —que hace juegos en Ethereum— le metió pleito a xAI de Musk por parecerse mucho en el nombre y confundir a sus clientes.
Así está la cosa en el mundo loco de la inteligencia artificial: entre demandas, litigios y juicios, la cosa se va poniendo cada vez más intensa. ¿Y tú qué opinas?
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