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Órale, raza, les cuento que un investigador del mundo cripto se topó con que en solo tres semanas, un grupo bien fregón llamado Vanilla Drainer jalaron ¡más de 5.2 millones de dólares en criptoactivos robados! ¿Qué onda con eso? Pues Vanilla Drainer es un servicio que vende software para estafar, usando trucos bien estilo phishing para vaciar las carteras digitales de la banda que cae en su trampa.
Estos drainers son como los proveedores de las mañas para robar criptos, y Vanilla es la nueva camada que nadie vio llegar, pero ya están dando duro. En 2024, los más grandes drainers como Angel, Inferno y Pink llegaron a robar casi medio millardo de dólares, pero con nuevas tecnologías la cosa bajó. Sin embargo, el detective blockchain Darkbit nos explica que estos bandidos están bien vivos y aprendiendo a moverse mejor.
“Vanilla está tomando muchos clientes de Inferno,” dijo Darkbit a Cointelegraph, y la mayoría de los robos grandes recientes con números de seis y siete cifras tienen la firma de Vanilla.
Lo más loco: una víctima perdió más de 3 millones en stablecoins gracias a ellos, y para que Vanilla no se quede sin su parte, se queda con un 15-20% de lo robado, que pa’ sus cosas no está nada mal.
Vanilla empezó a robar desde octubre de 2024, con un grito al mundo en diciembre diciendo que su algoritmo está tan chido que puede evitar ser cachado por Blockaid, una plataforma que es como el perro guardián antiestafa. Aunque luego el anuncio desapareció como fantasma, ahí quedó el recado.
Cuando Vanilla se agarra un botín, primero les mete un buen corte a sus compas, y después convierten todo en criptos más fáciles de mover como Ether para que no los caché nadie. Esa lana después se va a unas wallets que no se congelan tan fácil, usando stablecoins descentralizadas para que nadie pueda detener su juego.
Pero ¡aguas!, porque aunque algunos drainers bajaron la cortina por las nuevas reglas, otros como Vanilla andan cambiando de dominio, crackeando contratos y haciendo trampas distintas pa’ seguir dando la vuelta. En julio, los ataques phishing crecieron un montón, con más de 7 millones robados y miles de víctimas. La mayor pérdida ese mes fue de más de un millón de dólares, y vuelta y vuelta, esa lana terminó en la misma wallet sospechosa de Vanilla.
Aunque han anunciado cierres, estos bandas nunca mueren: nomás se reinventan. Inferno Drainer cerró en 2023, luego volvió en 2024 y hasta pasó el negocio a Angel Drainer, pero la neta siguen activos y ligados a jugosos robos.
Vanilla llegó rápido, se ha hecho su lugar y aunque el robo en general bajó, esta banda está arrebatando un buen billete y agarrando clientes de otros grupos. El chiste para ellos es no quedarse quietos y siempre andar moviéndose para que no los pillen.
Así que pilas con sus criptos y no se confíen, porque en el mundo cripto los rateros también van evolucionando. Siempre estén pilas, no den click en lo raro y si van a invertir, investiguen bien pa’ no perder la lana. ¡Cuidado con los drainers!
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