¡Alerta Bitcoin! La volatilidad implícita se desploma a niveles que no veíamos desde octubre de 2023, ¿qué está pasando?

¡Alerta Bitcoin! La volatilidad implícita se desploma a mínimos que no veíamos desde octubre 2023, ¿qué está pasando?

Opinión de Mike Haley, CEO de Cifas

La onda de las criptomonedas está cambiando todo en las finanzas, pero hay un detalle que no podemos ignorar: las estafas están subiendo como espuma. En 2024, los fraudes en cripto alcanzaron la cifra loca de 9,900 millones de dólares, y lo que se viene para 2025 no pinta nada chido.

Los ladrones usan desde viejas trampas recicladas como esquemas Ponzi y juegos para inflar y tirar precios, hasta cosas nuevas bien sucias como el “address poisoning” que solo pasa en cripto. Estos fraudes están pegándole duro a la confianza de la banda que quiere meterse en este mundo.

Además, los criminales aprovechan el sector cripto para lavar la lana que roban en las finanzas tradicionales. Y pues, eso complica la vida a las empresas que tratan de seguir las reglas para evitar blanqueo de dinero. Por ejemplo, casi el 90% de las solicitudes para registrarse en cripto en Reino Unido fallan por no tener controles contra fraudes y lavado chidos.

El mal uso del sector cripto

El abuso no pasa desapercibido para quienes trabajan para limpiar la imagen del mundo cripto ante los reguladores. Aunque algunas empresas se la rifan con herramientas para detectar fraudes o con operativos para cortar las mañas, solos no van a lograr mucho.

Lo que se necesita es un plan más valiente y en equipo para compartir información y frenar al crimen financiero. Entre bancos, empresas de telecom y otros sectores ya se está haciendo este intercambio de datos para luchar contra el fraude, y pues, el cripto debería entrar al juego también.

Si conectamos la información de todo el rollo de fraudes, podremos cerrarles el paso a estos delincuentes, que están adaptándose rápido a este nuevo mundo.

Cómo pasar de palabras a hechos

Aquí van tres cosas que la industria cripto debería hacer ya:

  1. Las criptos todavía se usan poco para pagar, así que los criminales no andan solos. Los puntos donde las monedas digitales se cambian por dinero normal (y viceversa) son lugares clave para meter orden y compartir datos entre todos.

  2. Las criptos son parte del camino para lavar dinero de fraudes, y con reguladores más estrictos contra los exchanges, la industria debe ponerse las pilas y armar defensas fuertes para no dejar pasar a los malos.

  3. Aunque la comunidad cripto quiere atacar el fraude, falta gente experta en cumplir reglas y prevenir estafas dentro del sector. Traer profesionales con experiencia de otros mundos ayudaría un buen a aguantar la bronca.

La teoría está clara, pero ¿cómo la hacemos realidad?

Dándole turbo a la colaboración

Reino Unido tiene un ambiente legal que podría ser la onda para que la industria cripto empiece a compartir datos con otros sectores.

El regulador de privacidad allá ya dijo sin rodeos que proteger datos no es excusa para no combatir fraudes. Esto es clave, porque hasta hubo casos de estafadores que se hicieron pasar por policías para sacar info personal de las víctimas y robarles lana.

Con la nueva Ley de Uso y Acceso de Datos de 2025, el argumento para compartir info contra delitos queda más claro que nunca.

Además, las reglas que están por venir en Reino Unido para cripto van a poner a esta industria bajo las mismas exigencias de protección al consumidor que la banca tradicional. Y sin intercambio de datos, la protección es puro sueño.

También, el regulador financiero ya dice que compartir info es vital para parar el lavado de dinero sucio.

Por si fuera poco, el Reino Unido tiene un ecosistema fuerte de colaboración entre gobierno y empresas para combatir delitos financieros, y ya está dejando entrar a la industria cripto a esos grupos.

La comunidad cripto sabe que el fraude y las reglas duras pueden hacerles perder reputación y problemas legales. Pero solo decirlo no basta, hay que trabajar juntos.

El intercambio de datos entre industrias es la clave para frenar el fraude mundial, y con el apoyo que hay allá, Reino Unido puede ser el ejemplo a seguir.

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