¡BTC rompe récord y dispara las DeFi al espacio, mientras los viejos rockeros LTC, BCH y XMR se quedan atrás!

Órale, les cuento la historia de Nicholas Truglia, un carnal que se dedicaba a estafar con criptomonedas. En 2022 lo agarraron y lo sentenciaron a 18 meses de cárcel, pero este jueves le extendieron la condena a nada más y nada menos que 12 años porque nunca quiso pagarle a una de sus víctimas de 2018.

Resulta que Truglia debía más de 20 millones de dólares a un inversionista y CEO de una firma de relaciones públicas llamada Transform Group, un tal Michael Terpin. Este cabrón de Truglia ni tantito quiso soltar la lana, aunque había evidencia de que tenía más de 61 millones de dólares en bienes, mucho más de lo que debía.

El juez Alvin Hellerstein dejó bien claro que Truglia firmó compromisos para pagar, pero siempre se hizo pato, evadiendo las órdenes y hasta las autoridades para no soltar un peso. Por eso fue que le subieron la pena — porque nadie se hace el valiente y se va sin cumplir.

Lo que hizo este embustero fue una estafa de “SIM-swapping”, o sea, se robó el número de teléfono del pobre Michael Terpin para entrar a sus cuentas de criptos y sacarse la lana. Básicamente, cambió el chip de su teléfono para recibir mensajes y contraseñas y así vaciar su Bitcoin y demás criptoactivos. Eso es como un robo digital en toda la regla.

En 2018 lo cacharon por andar haciendo este tipo de fraudes en el Área de la Bahía, San Francisco. Michael Terpin, que perdió 24 millones de dólares en ese golpe, hasta demandó a su compañía telefónica, AT&T, por no cuidar su número. También le metió un pleito civil a Truglia por 75 millones y el juez le dio la razón.

Así que este Truglia pensó que la iba a hacer de jamón, pero no se la dejó. Si haces trampa en este mundo cripto, al final te puede caer una buena por andar de pillo.

Ah, y por si las dudas, ya saben: esto no es consejo para invertir ni nada, cada quien con su rollo y su investigación antes de soltar feria en el mundo cripto. ¡Cuídense y pilas con sus números de teléfono, banda!