¡Boom! Coinbase se roba a Liquifi y revoluciona la gestión de tokens

¡Órale, banda cripto! Coinbase, ese gigante gringo de las criptomonedas, sigue comprando a todo lo que da en este 2025 y ahora se lanzó con la adquisición de Liquifi, una plataforma bien chida que ayuda a manejar tokens, especialmente para proyectos que apenas están empezando.

El mero mero de productos institucionales en Coinbase, Greg Tusar, soltó que con esta compra, van a tener la mejor tecnología para manejar las tablas de capitalización de tokens y todo lo que tiene que ver con derechos y reglas, para apoyar a los creadores antes de que sus tokens estén en el mercado.

Esta es ya la cuarta adquisición del año para Coinbase, después de haberse llevado en mayo a Deribit, uno de los grandes en el comercio de derivados cripto, por la módica suma de 2,900 millones de dólares.

¿Y qué quiere Coinbase? Pues más tokens y sin tanto rollo. Según Greg, muchas veces los lanzamientos de tokens se enredan con cosas legales, fiscales y reglas que parecen un laberinto. Por eso, con Liquifi quieren hacer que todo sea más fácil, rápido y sin broncas para los developers.

Este compa dijo textualmente que Liquifi hace magia al automatizar lo básico y bajar el riesgo de lanzar tokens, para que ellos puedan echar la mano desde la fase tempranera, cuando los tokens ni siquiera han salido a la luz o están listos para venderse.

Además, viene la integración de Liquifi directo en Coinbase Prime, la plataforma de corretaje para los que mueven pesos grosos. Así, los que crean tokens van a tener todas las herramientas top ahí mismo, junto con la custodia, la negociación y el financiamiento.

Pero eso no es todo, porque a principios de año también compraron Spindl, que se encarga de anuncios y tracking onchain, y al equipo de Iron Fish, que está metido en lo cripto con onda de privacidad.

Como siempre, recuerden que esta info no es para que se lancen sin pensar, ni es consejo financiero. Invertir en cripto siempre trae sus riesgos y hay que estar al tiro antes de mover lana. ¡No se confíen, eh!