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¡Quiúbole! Desde Londres, un laboratorio de inteligencia artificial llamado Odyssey está echando a andar una tecnología que convierte videos en mundos interactivos. Al principio, el plan era usar esto para películas y videojuegos, pero sin quererlo se lanzaron a crear algo totalmente nuevo en el entretenimiento.

La chulada aquí es que el video generado por la IA de Odyssey responde a lo que tú haces en tiempo real. Ya sea que le des con el teclado, el cel, un control o pronto hasta con la voz, la cosa se pone muy loca. Ellos lo llaman como una “versión temprana del Holodeck” (sin meternos en detalles, piénsalo como un mundo digital que puedes explorar y controlar).

¿Y saben qué? Esta IA puede generar cuadros de video súper reales cada 40 milisegundos. Eso quiere decir que cuando jalas un botón o haces un gesto, el video cambia al instante, dando la sensación de que realmente estás moldeando ese mundo virtual.

Ahora, eso sí, la experiencia es como meterse en un sueño medio volteado—puro glitch, inestable, pero súper fresco y original. No esperes gráficos estilo juego caro, ni madres, porque todavía están en pañales.

¿Por qué esto es diferente a un videojuego normal o a efectos visuales en CGI? Pues la clave está en algo que llaman “modelo de mundo”. En vez de generar un video completo de una, este modelo crea cada fotograma con base en lo que pasó antes y lo que tú haces, como si fuera un cotorreo entre tú y la máquina para decidir qué sigue. No hay rutas fijas ni reglas preprogramadas, la IA improvisa con lo que ha aprendido viendo un chorro de videos.

Armar todo esto no fue tarea fácil. Uno de los grandes retos es que, si cada cuadro depende del anterior, puede empezar a salir todo raro y desmadre (lo llaman “drift”). Para evitarlo, Odyssey preentrena a su IA con un montón de videos generales y después la afina con un grupo más pequeño y específico. Menos variedad, pero más estabilidad para que no se vuelva un caos visual.

Y ya andan chambeando en una versión aún mejor que promete colores más vivos, movimientos más reales y más cosas que puedas hacer.

Eso de correr todo en vivo es carito. Cada hora de uso cuesta entre 1 y 2 libras por usuario porque usan un chorro de GPUs bien potentes en EU y Europa. Suena caro, pero comparado con producir un juego o una peli tradicional, es un golazo. Además, esperan que el precio baje moviendo bien la tecnología.

¿Y qué onda con el futuro? Odyssey piensa que este video interactivo podría ser el próximo nivel para contar historias. Desde tiempos remotos, la gente ha creado nuevas formas de narrar, desde pinturas rupestres hasta videojuegos. Este invento podría cambiar todo en entretenimiento, educación, publicidad y más. Imagínate poder aprender algo y practicarlo en video, o viajar a otros lugares sin salir del sillón.

Lo que ya está disponible es solo una probadita, un “proof of concept”, pero muestra mucho del potencial de estos mundos digitales que podemos explorar y modificar, no solo ver como espectadores.

Si quieres echarle un ojo y probar esta experiencia, dale clic aquí: https://experience.odyssey.world/

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¡Ahí la llevas!

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