¡Perú enloquece con Bitcoin! ¿La fiebre cripto que está arrasando el país andino?

Cuando pensamos en Perú, lo primero que nos llegan a la mente son sus ruinas incas, su comida deliciosa, y todo lo que produce en minería, pesca y agricultura. La tecnología, pues la verdad, no es lo primero que pensamos. Pero ojo, que detrás de esa imagen de siempre, se está armando un rollo tecnológico bien interesante, especialmente con Bitcoin y las criptomonedas.

Es fácil creer que Perú va bien lento en esto de la tecnología comparado con otros países de Latinoamérica. Sí, no está aún al nivel de Brasil, Chile, México o Colombia en el tema de innovación. Pero lo chistoso y alentador es que Perú ha subido bastante en el ranking de innovación en los últimos años. De hecho, ya dejó atrás a países como Argentina, Bolivia y Ecuador. Eso nos dice que algo se está moviendo en la tierra de los incas.

El potencial de Perú no es cuento ni fantasía, está basado en cosas bien concretas que, si se aprovechan bien, pueden lanzarlo directo hacia un futuro digital padrísimo.

Primero, tiene puro talento joven y echado para adelante. En Perú hay una generación que quiere hacer cosas nuevas, que está creativa y lista para usar la tecnología para resolver los problemas de todos los días. Esa actitud de buscar cómo mejorar es justo lo que se necesita para que ideas nuevas, como las de blockchain y criptomonedas, crezcan.

Después, no hay que olvidar los recursos naturales de Perú. Ya sabemos, minería y agricultura al cien. Pero imagínate si le metemos tecnología a eso: rastrear productos agrícolas con blockchain, hacer que la minería use energía de forma más eficiente o mejorar toda la cadena de producción. La mezcla de lo tradicional con lo tecnológico puede ser la base para proyectos que realmente hagan la diferencia y de paso, bien rentables.

Además, hay un mercado en Perú que está pidiendo a gritos innovación. La gente usa cada vez más smartphones, crece el comercio por internet y hay muchas zonas donde todavía no todos tienen acceso a servicios bancarios. Aquí es donde Bitcoin y las criptomonedas pueden hacer la diferencia: pagos más fáciles, transferencias internacionales rápidas, microcréditos sin tantas vueltas.

El gobierno también quiere subirse al tren de la tecnología. Ya están echando paro para aumentar la inversión en ciencia e innovación con la meta de estar en los 50 países más innovadores para 2030. No son solo palabras: están buscando nuevas formas de apoyar la investigación, promoviendo que empresas y universidades trabajen juntas. Esto crea un ambiente chido para que el mundo cripto agarre vuelo.

Pero la neta, el camino no es sencillo. Hay varios retos que frenan el avance tecnológico y cripto en Perú.

El principal es que no se invierte suficiente en investigación y desarrollo. Si no se pone lana para crear nuevas tecnologías, va a estar difícil que crezca la innovación. Eso requiere compromiso de largo plazo.

También falta más talento especializado. No solo es querer hacer cosas, se necesita gente con conocimientos profundos en áreas como blockchain, inteligencia artificial o ciencia de datos. Esto quiere decir que la educación debe mejorar y también que haya más oportunidades para que este talento no se quede en el extranjero.

Otra bronca es la brecha digital. En muchas partes del país no hay buen internet y sin eso, ¿cómo van a usar las criptomonedas o las apps que dependen de la red? Para que todos puedan acceder a estas innovaciones, hay que mejorar la conectividad.

Tampoco hay mucha conexión entre lo que se investiga en las universidades y lo que realmente se necesita en el día a día. Muchas veces salen estudios o proyectos que no sirven para resolver problemas concretos. Para que Bitcoin y las criptos calen bien, deben ser útiles para la gente, ya sea para mandar dinero, hacer pagos o ahorrar.

Y por último, las instituciones y la burocracia llegan a ser un freno. Los procesos lentos y la resistencia al cambio dificultan que nuevas tecnologías se adopten rápido. Se necesita una regulación clara, flexible y que motive la innovación en lugar de ponerle piedras al camino.

Perú está en un momento clave. Tiene una mezcla de retos, pero también cosas buenas que pueden hacer que avance rápido. No es el país más tecnológico de la región, pero está moviéndose y tiene mucho talento a su favor.

La onda cripto ya está en el país, no como un tsunami, sino más bien como una corriente que poco a poco le va agarrando fuerza. Cada vez más banda se interesa por las criptomonedas, los emprendedores lanzan sus proyectos blockchain y algunos negocios ya aceptan pagos con cripto.

Para que esta corriente se convierta en una verdadera ola que mueva el país, Perú tiene que trabajar en sus retos con ganas y a largo plazo. Invertir en la gente, mejorar la conexión a internet, crear reglas claras y fomentar la innovación son la base para un Perú más digital, más justo y tal vez un verdadero centro cripto en la región andina.

La pregunta ya no es si Bitcoin va a llegar a Perú, sino cómo el país aprovechará esta chance para reinventarse. La mesa está servida y el futuro se ve bien prometedor.

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