¡Descubre cómo los Cortos Apalancados están a punto de Sacudir el Mundo de Bitcoin! 🚀💥

Para cachar bien qué onda con los cortos apalancados en Bitcoin, primero hay que entender quién es quién en este jueguito del dinero. Tenemos a dos personajes clave: el inversor y el trader, y aunque su chamba gira en el mismo mundo, sus estilos y metas son bien distintos.

El inversor es como ese compa que planta árboles para el largo plazo, con la idea de que crezcan chido y duren un buen. No solo compra una planta porque le guste, sino porque cree que con tiempo va a dar fruto y hacer más fuerte todo el bosque. Se avienta a cuidar el terreno, el agua, y hasta a proteger las plantas contra plagas. La onda del inversor es tener paciencia y pensar en la lana para años, no para el mes que viene.

Por otro lado, el trader es más el vendedor que se mueve rápido, aprovechando la coyuntura. Es como el que compra tomates justo cuando están baratos y los vende rapidito antes de que suban. No le importa sembrar ni cultivar, solo atrapar las oportunidades al vuelo y sacar ventaja en el momento. Su chiste es comprar barato y vender caro, todo en ciclos cortos, sin tanto apego.

Ahora, pasando a lo intenso: los cortos apalancados. Imagínate que un trader cree que el precio de Bitcoin va a bajar. “Voy a hacer corto”, dice, y vende Bitcoin que no tiene, pero que pide prestado a alguien, esperando recomprarlo más barato después para regresar lo prestado y quedarse con la diferencia. Fácil, ¿no?

Pero esperen, aquí se pone la cosa más loca con el apalancamiento. Esto es como pedirle más lana al banco para apostar más grande de lo que tienes. Por ejemplo, con 100 pesos y un apalancamiento de 10x, el trader puede jugar con 1,000 pesos. Si el Bitcoin baja un poquito, gana mucho más. Pero si sube un poco, se arruina rapidísimo y puede perderlo todo. Es como apostarle a la ruleta rusa con las inversiones.

Cuando muchos traders hacen estos cortos apalancados, venden una pila de Bitcoin que ni siquiera tienen, y eso mete presión para que el precio baje. Pero si el precio de repente sube, ¡pum! Las plataformas empiezan a liquidar esas posiciones y compran Bitcoin para cerrar esos cortos. Eso genera una ráfaga de compras que puede hacer que el precio suba aún más, tirando del efecto dominó y causando un “short squeeze”. Igual pasa al revés con los largos, haciendo todo el mercado un sube y baja bien intenso.

La neta, no todo es malo en los cortos apalancados. Aunque pueden parecer villanos por mover el precio como locos, también le meten liquidez al mercado y ayudan a ponerle un poco de orden, exponiendo cuando un activo está sobrevaluado y ayudando a que el precio se nivele. Además, los grandes que tienen un buen cacho de Bitcoin pueden usarlos para cuidarse de bajones bruscos.

Así que ya sabes, los cortos apalancados son un arma de doble filo: pueden hacer ganar lana o perderla toda rapidito, y su impacto en el precio de Bitcoin es intenso y a veces impredecible. Conocer cómo funcionan es clave si quieres meterte en este mundo cripto y manejar los riesgos sin morir en el intento.

¡Ojo! Nada de esto es consejo para aventarte a invertir, siempre haz tu tarea y cuidado con las chambas arriesgadas.

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