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Meta, la chida empresa de tecnología, acaba de fichar a Trapit Bansal, un cerebro que antes andaba en OpenAI, la misma que está rifándose con la inteligencia artificial. Este cuate fue clave en el desarrollo de un modelo de IA bien inteligente llamado “o1”.
Bansal no llegó solo; ya varios gurús de OpenAI se cambiaron a Meta, como Lucas Beyer, Alexander Kolesnikov y Xiaohua Zhai. La idea es que Meta quiere ponerle turbo a su IA, entrenándola con cosas reales pa’ que no parezca un robot sin chiste. Yann LeCun, el científico jefe de Meta, dice que para ser bien inteligente, la IA tiene que entender el mundo, guardar memoria, razonar y planear acciones bien complejas, como cuando armas una jugada en la calle para salir librado.
Este rollo de la IA es súper importante, porque todos los gobiernos están corriendo la carrera para liderar en este tema. Meta quiere estar en la punta y, para eso, planean usar videos y robots para enseñarle a su IA a sobrevivir en la vida real.
Además, en junio Meta compró casi la mitad de Scale AI, una empresa que etiqueta datos que le sirven a la inteligencia artificial, con un valor de casi 15 mil millones de dólares. El CEO de Scale AI, Alexandr Wang, se viene pa’ Meta para echarle ganas juntos.
Pero eso no es todo: Meta firmó un deal de 20 años con Constellation Energy para tener energía nuclear que alimente sus centros de datos de IA, con poder suficiente para mantener todo funcionando a tope desde 2027. Y para cuidar sus espaldas, se aliaron con Anduril, una empresa de defensa que se rifa con inteligencia artificial y sistemas autónomos. Juntos van a crear cascos de realidad aumentada con IA pa’ el ejército de Estados Unidos. Estos cascos van a usar la plataforma Lattice de Anduril, que junta todos los datos del campo de batalla y los transforma en información clara para los soldados.
Así que ya sabes, Meta no está jugando: quiere ser el jefe en la inteligencia artificial y tiene todo un plan con contrataciones, energía y hasta cascos futuristas para lograrlo. ¿Qué tal?
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