¡Ethereum pone el ojo en la transparencia: ¿Menos visibilidad para una blockchain más justa? ¡Descubre por qué!

Opinión de Loring Harkness, Director Comercial de brainbot GmbH y Shutter

A principios de este año, la Fundación Ethereum soltó la bomba: una iniciativa de seguridad con ¡un billón de dólares! Todo parte de su plan para darle un giro a su imagen y llevar la blockchain a un público más amplio, desde inversionistas medios hasta los grandes tiburones de Wall Street y los bancos tradicionales.

La idea suena chida: Ethereum está aceptando que tiene broncas y quiere ponerse las pilas con la seguridad. La misión es que mucha banda pueda guardar más de 1000 dólares en Ethereum sin miedo. Si la cosa sigue como va, en menos de 10 años podríamos ver a miles de millones de personas metidas en este juego. Ya tienen la base: los protocolos DeFi en Ethereum manejan más de 64 mil millones de dólares, y grandes monstruos como BlackRock, Fidelity y JPMorgan ya están metiendo las manos en esto.

Pero aquí la neta: la seguridad de Ethereum tiene un rollo que casi nadie habla y es un problema de fondo. Desde 2020, más de mil 800 millones de dólares se han perdido por culpa de “MEV malicioso.” ¿Qué es eso? Básicamente, unos bots y jugadores malos se adelantan a las transacciones legítimas, les meten la mano y sacan ganancia a costa de usuarios comunes.

¿Por qué pasa esto? Porque Ethereum funciona con un “mempool” público donde todas las transacciones que haces quedan expuestas antes de confirmarse. Eso es como dejar la puerta abierta para que los “malos” se avienten el front-running, te cachan la jugada y te la roban con ataques tipo sandwich.

Lo triste es que la ley anda medio parada sobre este tema. No hay reglas claras ni castigos firmes para quien se pasa de lanza. Algunas iniciativas buscan repartir mejor las ganancias, pero no atacan la raíz del problema y sólo cambian quién se queda con el botín.

La verdadera solución es meterle candado al mempool, o sea, ¡cifrar las transacciones hasta que todo esté confirmado! Esto haría imposible que esos bots depredadores se metan antes y manipulen las transacciones. Con un mempool privado, todos estaríamos en igualdad de condiciones sin tener que mover un dedo.

¿Suena fácil? Para nada. Significa cambiar la estructura de Ethereum de raíz, ajustando cómo se propaguen las transacciones, los protocolos de consenso y todo el rollo técnico. Esto llevaría años y varias actualizaciones para que funcione chido.

Ahora que las instituciones están metiendo lana en Ethereum, la presión para arreglar este problema se pone seria. Si no le entran a mejorar la seguridad pronto, la confianza de los grandes y de la raza común puede irse al garete.

Este proyecto de seguridad de un billón vale la pena apoyar porque apunta justo a eso: garantizar que la red sea justa y segura con nuestras transacciones. El camino está claro: mempools cifrados para que la estabilidad y la confianza no se queden sólo en buenas palabras, sino en algo real.

Aunque hoy los precios se vean estables, sin atacar el MEV malicioso, lo que venga a futuro podría no ser tan bonito.

Este artículo es para informar y no es asesoría legal ni financiera. Las ideas aquí son de Loring Harkness nomás y no necesariamente reflejan las de Cointelegraph.

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