De niño geek a leyenda de Silicon Valley: ¡Cómo Roman Storm creó Tornado Cash y terminó en líos legales!

Roman Storm, uno de los creadores de Tornado Cash, se interesó en la compu desde chavo, cuando sus papás le regalaron su primer equipo. Ahora, con 36 años, enfrenta un juicio serio: un jurado lo declaró culpable por manejar un negocio de envío de dinero sin permiso. Pero la cosa no para ahí, porque los fiscales pueden lanzarle otros cargos fuertes, como lavado de dinero y violar sanciones de Estados Unidos.

Desde siempre, a Storm le latió lo techie. En un podcast contó que le encantaba descubrir cómo funcionaban los programas y pasar horas jugando videojuegos. Al conectarse a internet, su curiosidad creció y empezó a conocer otras culturas y formas de pensar. Más tarde, se fue metiendo en ideas libertarias que lo llevaron a crear Tornado Cash.

Roman nació en Rusia y estudió ingeniería metalúrgica en la Universidad Estatal de los Urales del Sur, mezclando física, matemáticas y química. Pero lo que de verdad le latía era la programación, la aprendió solo, con materiales que encontró en internet. En 2008, se mudó a Estados Unidos y confesó que al principio fue duro, no sabía nada de cómo sobrevivir allá, pero se las arregló poco a poco.

Trabajó en varios empleos hasta que consiguió chambear como ingeniero de software. Anduvo en compañías como Cisco y hasta llegó a Amazon en Seattle, aunque solo unos meses. En 2017 se aventó a trabajar en blockchain, más específicamente con Ethereum, escribiendo contratos inteligentes y moviéndose en ese rollo de las criptos.

Tres meses después, era director de tecnología en POA Network, una red que funciona con Ethereum. Después fundó su propia agencia, PepperSec, donde se topó con Vitalik Buterin, el fundador de Ethereum. Vitalik le abrió los ojos sobre la falta de privacidad en el ecosistema cripto, lo que finalmente llevó a que Storm y su equipo empezaran a desarrollar Tornado Cash.

Tornado Cash llegó en 2019 y se volvió un mezclador de cripto que prometía que las transacciones de sus usuarios eran anónimas e imposibles de rastrear. Pero el gobierno de Estados Unidos no vio eso con buenos ojos. Según el Departamento de Justicia, Storm sabía que delincuentes usaban su plataforma para lavar más de mil millones de dólares. Además, dicen que él y sus socios ganaron más de 12 millones con ese negocio ilegal.

En agosto de 2023 lo acusaron formalmente de lavado de dinero, operar sin licencia y conspirar para violar sanciones. Storm se declaró inocente y estaba libre bajo fianza, pero no ha dejado de quejarse en redes sociales, donde se dice “orgulloso ciudadano estadounidense” y asegura que es víctima de una persecución por hacer código abierto.

El miércoles pasado, el jurado lo declaró culpable solo de operar el negocio sin licencia, un delito que puede llevar hasta 5 años en la cárcel. Pero no definieron lo que sigue por el tema del lavado de dinero y las sanciones a Corea del Norte, cargos que pueden sumar hasta 40 años si lo vuelven a juzgar y lo encuentran culpable.

Expertos dicen que el gobierno todavía tiene chance de llevarlo a otro juicio por esos cargos pendientes. La comunidad está al pendiente, porque este caso podría marcar la forma en que los tribunales de EE.UU. tratan todo lo relacionado con privacidad digital y desarrolladores de software libre.

Así que ahí está la historia de Roman Storm, del teclado a la corte, esperando qué rollo sigue en esta batalla legal que pinta para ser un parteaguas en el mundo cripto y tech.

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