¡El Control de Seguridad de Vercel que No Querrás Ignorar!

Opinión de Daniel Taylor, jefe de política en Zumo

Hay bandas en el mundo cripto que ya creen que los tokens están bien muertos. Y la verdad es que tienen razón, pero también están muy equivocados. ¿Cómo? Te lo cuento.

Si hubiera una gráfica que resumiera lo que está pasando con los tokens, sería la que mostró Bloomberg comparando a Bitcoin contra un puñado de altcoins. Los que tienen Bitcoin andan brincando de felicidad porque su moneda está a punto de romper récords. Pero los que tienen tokens distintos al Bitcoin andan todo golpeados viendo cómo sus activos se hacen chiquitos mientras BTC se va pa’ arriba.

La neta, Bitcoin ahora representa solo el 11.6% de lo que trae un inversor común en su cartera, y eso ha sido un golpe duro para los tokens. Aquí es donde la bronca empezó: los tokens fallaron, pero eso no quiere decir que estén listos para irse a su tumba.

¿Qué fue lo que salió mal con los tokens?

Pues mira, hubo varias cosas que se chorrearon:

Primero, la bronca fue que muchos proyectos soltaron casi todos sus tokens para sus cuates del equipo y para privados, y dejaron pocas fichas para el pueblo. O sea, los tokens se quedaron en círculos cerrados, y la banda normal poco podía agarrar.

Segundo, se volvió “normal” que un token se devaluara hasta en un 95% después de salir al público, porque mucha banda compraba pensando que nomás por tener tokens, iban a subir de precio. La idea con estos tokens no es sólo ser guardados, sino participar activamente: apostar tokens o aportar liquidez son las maneras de hacer que el valor crezca, no nomás tenerlos guardados.

Y tercero, la gente andaba metida solo en el universo cripto, sin acceso a activos reales como acciones o bonos en forma tokenizada. Por eso, muchos tokens no aguantaron el paso del tiempo y se fueron para abajo.

La chida: la gran segunda oportunidad para los tokens

Pero no todo está perdido. Al contrario, ya se están echando paro con leyes y reglas mejor chidas. Por ejemplo, en Europa con las regulaciones como MiCA, ahora la banda puede invertir en tokens de manera transparente y segura, con reglas claras, sin que los proyectos se pasen de listos.

Esto trae una nueva ola de proyectos que buscan cómo regresar ese rollo del acceso público abierto, sin que solo los privilegiados puedan entrar a las inversiones chidas desde el inicio.

También, la claridad en qué onda con la regulación ayuda a que los tokens sean mejor diseñados. Ya no se van a andar escondiendo o haciendo trampas con los tokens para evitar reglas, porque ahora cualquiera que venda tokens tiene que jugar bien limpio o quedarse fuera.

Y, para acabarla, en el mundo real ya están entrando tokens que representan activos verdaderos, no sólo tokens cripto. Ya están haciendo que se pueda invertir en cosas como acciones o bonos pero en forma digitalizada, lo que abre un abanico brutal para la inversión.

¡No le den la espalda al token!

Al final, lo que está pasando es que la inversión está abriéndose para todos, con reglas claras y con proyectos mejores armados, y con un montón de tipos diferentes de inversiones tokenizadas que antes ni existían.

Así que el futuro pinta con tokens bien clavados en los mercados y con aplicaciones descentralizadas que hacen que el valor llegue directamente a la banda que tiene tokens.

Sí, los tokens van a tener que cambiar y renovarse, pero no digas que ya valieron madre.


Opinión de Daniel Taylor, jefe de política en Zumo.

Este texto es solo para informar y no es consejo legal ni de inversión. Las opiniones aquí son solo del autor y no reflejan necesariamente las de Cointelegraph.

Artículos relacionados

Respuestas