¡Olvídate de Bitcoin! Kiyosaki destapa el gran secreto oculto de la FED y el Tesoro
Bitcoin (BTC) empieza agosto en uno de esos momentos clave que ponen a todos brincando de emoción y miedo al mismo tiempo. Después de tocar fondo en semanas, el precio ha pegado un rebote, pero la neta, nadie sabe bien para dónde va a tirar. Agosto se ve movidito, con más subidas y bajones que en feria.
El mercado ya no es el mismo que cuando Bitcoin rompió récords en enero; todo cambió y andamos en otro rollo. Por lo pronto, la Reserva Federal (la banda que le mete o quita billete al dólar en EU) tiene a todos al pendiente porque hay chance de que bajen las tasas de interés en septiembre, y eso puede hacer que el Bitcoin se mueva aún más.
Este inicio de mes se armó la gran venta: desde la chaviza que guarda su monedita hasta las ballenas, esas megainversionistas que pescan toneladas de BTC, se pusieron a soltar billete para no quemarse. A pesar del desmadre, la demanda por Bitcoin sigue al tiro, lo que explica que el nervio no esté tan fuerte como parece.
El precio trae una especie de “imán” en $116,500 dólares. ¿Por qué imán? Porque ahí es donde se están juntando un buen de órdenes de compra y venta, y varios expertos piensan que si Bitcoin pasa ese nivel, puede ir por un nuevo máximo histórico. Los traders ya están atentos, algunos creen que ya pasó lo peor y que estamos en la antesala de romperla de nuevo.
Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. Estos últimos movimientos no han sido tan locos como en otras épocas, apenas un vaivén del 3.6%, cuando normalmente un mes movía alrededor del 10%. Así que no se sorprendan si este mes la montaña rusa se pone más intensa.
La bulla sobre el precio también involucra la línea de tendencia, esa que marca la media móvil de 50 días. En enero, cuando bajó de esa línea fue para abajo parejo, pero ahora parece que esta vez la historia es diferente y quizá no se venga otro bajón brutal.
Mientras tanto, Trump sigue en su pelea con el jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, porque cree que la política económica está demasiado dura y no ayuda a la banda común. De hecho, le pidió a la raza que “lo manden al pastizal”. La neta, estos movimientos políticos también afectan la confianza y el ánimo del mercado.
El mes empezó con ventas masivas, pero no nomás por los de a pie; las ballenas también soltaron un buen Bitcoin y eso es señal de que andan preocupados, o que quieren tomar ganancias. Cuando estas bestias mueven sus monedas, el precio puede sufrir.
Pero al mismo tiempo, los que aman a Bitcoin y lo ven como inversión a largo plazo siguen acumulando. Se están juntando más BTC en los monederos que solo compran y no venden, y eso es señal de que la confianza en el proyecto sigue firme.
Así que, aunque haya mucho movimiento y estrés, la demanda por Bitcoin sigue echando raíces fuertes. En resumen: el mercado está bien activo, con nervios y emociones cruzadas, pero la llama por esta criptomoneda no se apaga y podría ser que lo mejor esté por venir. ¿Listos para la montaña rusa? Abróchense los cinturones.
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