¡México en racha! Inflación cae y el peso se pone las pilas 🚀💸

México anda en buena racha económica: la inflación está bajando y el peso se está poniendo más fuerte frente al dólar y otras monedas. Esto debería darnos un respiro y generar confianza, aunque todavía hay broncas por los aranceles y cómo le está yendo con Estados Unidos, que siempre anda haciendo ruido. Entender qué onda con todo esto es clave para que la banda tenga una mejor vida y el país tenga un futuro chido.

Cuando la inflación baja, quiere decir que los precios suben más lento, y eso está genial porque hace que nuestro dinero rinda más. Sobre todo para las familias con menos lana, que batallan mucho cuando las cosas suben y suben sin control. Además, con precios más estables, uno puede planear mejor en qué gastar, cuánto ahorrar e incluso aventarse a invertir. Las empresas también ven claro cuánto van a gastar y ganar, lo que las anima a hacer nuevos proyectos y contratar banda.

Otra ventaja es que cuando la inflación está controlada, el Banco de México puede bajar las tasas de interés, lo que hace que pedir prestamos sea más barato. Así la gente y las empresas gastan e invierten más, y eso ayuda a que la economía crezca.

Un dato importante es que cuando la economía está estable, los inversionistas extranjeros ven a México con buenos ojos porque hay menos riesgo, lo que puede traer más chambitas y tecnología. Pero ojo, para que esto dure, la baja en la inflación tiene que ser constante y no sólo por rubros que a veces bajan, como la energía o el campo, mientras que otros, como los servicios, siguen subiendo.

Por otro lado, el peso está más fuerte, y eso significa que con menos pesos puedes comprar más dólares. Para ti como consumidor, esto hace que los productos importados, como chunches tecnológicos o comida de fuera, estén más baratos. Las empresas que compran materia prima o maquinaria en el extranjero también salen ganando porque les cuesta menos.

Para el gobierno y las compañías que deben en dólares, un peso fuerte ayuda porque necesitan menos pesos para pagar esa deuda. Si quieres viajar o comprar en línea en moneda extranjera, tu dinero rinde más. Y las remesas que mandan los paisas que están en otros países también valen más cuando se cambian a pesos, lo que suena como música para muchas familias.

Además, con un peso fuerte y tasas de interés altas, México atrae dinero extranjero en busca de buenas ganancias, un fenómeno que se conoce como “carry trade”. Esto mete más varo al país y sigue subiendo el peso. Pero no todo es miel sobre hojuelas: si el peso se pone demasiado fuerte, nuestros productos salen caros para venderlos afuera, lo que puede afectar las ventas y empleos en esos sectores.

Todo esto no pasó de la nada. El Banco de México puso mano dura con tasas altas para bajar la inflación, lo que mantuvo la confianza. También, el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos hizo que el peso se viera más atractivo para los inversionistas. A esto le sumamos las remesas que llegan sin parar y el “nearshoring”, que es cuando muchas empresas están mudando sus fábricas o cadenas de suministro para acá, trayendo más inversión, empleo y movimiento.

México también ha sido juicioso con las finanzas públicas, cuidando que la deuda y la economía estén en orden, y eso le gusta a los mercados internacionales.

Aunque todo pinta bonito, no hay que bajar la guardia. El crecimiento económico anda un poco lento en ratos y es clave que el peso fuerte y la estabilidad de precios se traduzcan en más empleos chidos y mejor calidad de vida. También depende mucho de lo que haga Estados Unidos y cómo esté la economía mundial, junto con temas de política y otros riesgos zonzos por ahí. Para aprovechar esta buena racha hay que seguir siendo responsables con las finanzas, fortalecer la justicia, invertir en infraestructura y educación, y crear un ambiente que invite a la inversión real y productiva.

Eso sí, hay que tener cuidado porque el peso fuerte, atraído por el dinero que busca ganancias rápidas, puede ser peligroso. Si esos capitales deciden irse de volada a otros lados, el peso podría caer fuerte y rápido, lo que traería incertidumbre y podría subir la inflación otra vez.

Esto nos recuerda que los mercados financieros son bien volátiles, y aunque ahora la cosa esté chida, todo puede cambiar de un momento a otro. Pero mientras el peso está fuerte y la inflación nos da un respiro, podemos decir que México está tan estable que hasta los tacos aguantan más en el estómago. ¡Ánimo, bandita!

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