¡Ethereum dibuja una cruz dorada que podría disparar su precio a la luna!

Dominic Schwenter, el mero mero de operaciones en Lisk, nos cuenta que en Estados Unidos se está armando un desmadre con las criptomonedas. Los fondos cotizados (ETFs) ya están aprobados y eso ha hecho que las instituciones se pongan las pilas, haya más billete en el juego y las reglas del juego se vayan aclarando gracias a una administración que le está agarrando la onda a la blockchain.
Las solicitudes ante la Comisión de Bolsa y Valores sobre tecnología blockchain llegaron a un récord en febrero de 2025. Esto marca que los que tienen el poder ya empiezan a tomar en serio lo que hacen las cripto.
Esto es buena onda para todos los que llevan años chambeando en el mundo cripto en Estados Unidos. Han lidiado con incertidumbre y merecen que finalmente los volteen a ver y les den chance de brillar. Eso sí, no todo está pasando en EU, pues mucha movida interesante viene de otras partes del mundo que nadie se imagina.
La verdadera emoción con las criptos no está en Wall Street; está en los países donde la banda las usa porque las necesita, no para hacer dinero rápido. Ahí han construido sin esperar a que alguien los apoye y ahora están poniendo el ritmo de la nueva era Web3.
Por ejemplo, de los 20 países donde más se usan criptos, 15 están en lugares que están creciendo como Indonesia, Vietnam, Filipinas y Nigeria. En estos lugares, las criptomonedas son parte del día a día, no un jueguito para ganar billete. La gente las usa para mandar dinero a su familia, guardar su lana cuando la moneda local vale menos que un peso, y para que los negocios pequeños puedan mover efectivo sin broncas.
Mientras en Occidente las criptos siguen siendo como una movida arriesgada, en estos países ya son como la neta del planeta, y ahí está la verdadera adopción.
Los que diseñan y construyen la tecnología también están cambiando de lugar. Asia ahora tiene el 32% de los desarrolladores activos en cripto, un subidón desde el 12% en 2015. Estados Unidos en cambio bajó de un 38% a solo 19%. O sea, el talento no se está acabando, nomás se está mudando a donde la banda las está usando.
Además, casi la mitad de los nuevos desarrolladores vienen de Asia, dejando claro que los próximos chavos que van a darle forma a este mundo salen de lugares donde las cripto están resolviendo problemas reales, no solo jugando en el mercado. África, Sudamérica y el Sudeste Asiático también están mirando fuerte mientras que Norteamérica y Europa van perdiendo peso.
La cosa está clara: el futuro de Web3 no está solo en un lugar, sino en donde la gente ve y siente que las cripto le sirven para algo chido en la vida real.
Un buen ejemplo es Sudáfrica, donde varias empresas grandes de comida y bebida están usando LovCash, una plataforma que funciona con blockchain para hacer que la economía informal sea más ágil y sin tanto efectivo de por medio. En solo medio año, más de 3,700 tienditas ya están usando esta plataforma para hacer su vida más fácil. Aquí la blockchain no es para vender NFTs ni hacer especulación, sino para ayudar en algo real: la cadena de suministro informal.
Así que, banda que está en el mundo Web3, el desmadre de Estados Unidos está chido, pero no es todo lo que importa. El verdadero cambio está en lugares donde la banda no esperó a que los grandes les dieran chance, sino que se pusieron a chambear para resolver lo que de verdad importa.
Si quieren entrarle a esto en serio, mejor volteen a ver dónde la cripto ya está funcionando, porque no están esperando a que Wall Street o Washington digan “ahora sí”. Las criptomonedas ya se están usando en todo el mundo para hacer que las cosas se muevan chido.
Así lo dice Dominic Schwenter, el jefe de operaciones de Lisk.
(Ojo: esto es para informar nomás, no es consejo para invertir o legal. Las inversiones en cripto pueden ser riesgosas y no están reguladas, así que pilas.)
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