¡La Nano S estaba destinada a durar más y Ledger lo sabe! Así lo dice su rival estrella

Cuando hablamos de inversión extranjera en América Latina, no solo vemos números o porcentajes, sino también la esencia de una región que a veces es todo un enredo. Los informes de la ONU y la CEPAL nos ponen en alerta: la inversión extranjera directa está en picada. Las razones, al estilo informe serio, son: peleas políticas entre países, incertidumbre en la lana, gobiernos inestables y poco crecimiento. Suena a rollo aburrido de economistas, pero si le damos la vuelta, encontramos algo más chido: todo va de confianza.
La confianza es la clave aquí, neta. Resulta que la inversión se va a donde parece más seguro, como en Estados Unidos, con sus guerras comerciales y tasas altas. Pero, ¿qué significa seguro? Pues algo en lo que uno confía. Está cañón que el dinero global vea a Latinoamérica como campo minado, cuando mucho del desmadre lo ha generado el mismo sistema financiero mundial.
Sobre la política, sí, aquí hay broncas: cambios de gobierno, protestas, crisis… Pero, ¿no será que todo eso es la respuesta a que nos han impuesto políticas y nos han sacado la chamba de los recursos sin que realmente nos quede a nosotros? Nos piden leyes fuertes para proteger la inversión, pero se hacen los ciegos con empresas que, en sus países de origen, serían sancionadas sin piedad. La confianza es de dos bandas: si quieren un terreno parejo para invertir, también deben poner de su lado y no solo tomar.
Y ni hablemos de lo rápido que cambia la economía mundial y cómo eso nos afecta. Obvio que nos pega que bajen los precios de la plata, el litio y demás, porque hemos sido en serio proveedores de materias primas desde hace un buen. Ahora que nos dicen “diversifíquense”, las inversiones siguen llegando a lo mismo, a lo que ya sabemos, dejando pasar la oportunidad de crecer en industrias con valor en serio.
La desigualdad también está bien cabrona. La CEPAL dice que estamos en “trampas de desarrollo”, y la neta es que cuesta trabajo que la raza confíe en un sistema que la deja afuera y solo deja la lana en pocas manos. Para que la inversión sea buena y dure chido, tiene que sentirse parte del plan del país, no solo de sacar lana rápido. Mientras la desigualdad siga alta, la inestabilidad social crece, y eso le da miedo a los inversionistas.
En cuanto a políticas y leyes, ya se bajaron muchas trabas, pero todavía faltan mejor infraestructura y capacitación. El problema es que al gobierno le exigen que facilite las cosas, pero si intenta poner reglas, ya todos gritan “¡no al intervencionismo!”. Parece que la “mano invisible” del mercado solo sirve cuando conviene a quienes tienen la feria.
La verdad es que hay un rollo de poder muy desigual. Nos piden ser mercados maduros y predecibles, pero nos tratan como si estuviera todo en riesgo. Dicen que las empresas extranjeras se llevan más dinero del que invierten, y eso rompe la confianza. ¿Cómo se va a dar un futuro chido si siempre se lleva la tajada más grande otro? La inversión debería ser para crecer juntos, no solo para sacar tajada y rajar.
Claro, hay casos chidos, como México con el nearshoring o estabilidad en Centroamérica y el Caribe, que son señales de que sí se puede. Pero la confianza no se arma solo con promesas o leyes bonitas, sino con estabilidad de verdad, políticas claras, y la idea de que invertir acá es cosa de largo plazo, no solo una jugada rápida para llevarse la lana.
Al final, que baje la inversión extranjera en América Latina no es solo cuestión de números. Es un tema de confianza y palabra. Los inversionistas suelen pedir cosas que ellos mismos no quieren dar: compromiso con el desarrollo, no solo ganar rápido. Hasta que entendamos esa bronca, vamos a seguir con la cantaleta de la caída y con la región tratando de encontrar su camino pese a todo.
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Ojo: lo que se dice aquí no es consejo financiero ni algo para que te lances a invertir sin investigar bien. Invertir tiene sus riesgos y es importante que cada quien haga su tarea.
Además, las inversiones en criptoactivos no están reguladas, pueden no ser para todos y se puede perder todo lo que pongas. Los productos que se mencionan no están dirigidos ni accesibles para inversionistas en España.
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