¡Alerta máxima! Estas señales revelan que se viene una crisis gigante y nadie está listo

La banda británica The Smarter Web Company acaba de cerrar la jugada: recaudaron $56.5 millones de dólares y, a poco, le entraron con todo comprando casi 200 bitcoins para hacer crecer su cochinito cripto.

El jueves soltaron la bomba diciendo que obtuvieron esa lana rapidísimo de inversionistas con un rollo llamado “bookbuilding acelerado”, que es como pedir varo sin armar mucho show ni campaña publicitaria. De esa forma metieron cerca de $50 millones y, aparte, otros $6.8 millones por suscripción de acciones a $3.98 dólares cada una. Se espera que estas acciones estén en circulación a partir del 1 de julio.

Para ponerle más sabor al asunto, unos días antes anunciaron que ya tenían más de 540 bitcoins, después de haber comprado casi 200 de esos carpinchos digitales a unos $103 mil dólares cada uno. Eso los pone con una reserva valuada en más de $58 millones.

En total, desde que empezaron en abril con su plan de meterle a Bitcoin, han comprado BTC cinco veces en este mes, subiendo su colección de solo 83 bitcoins a más de 540 en menos de un mes. Además, llevan aceptando Bitcoin como forma de pago desde 2023, o sea, que ya le tienen confianza al billete digital.

Pero la cosa no es puro color rosa: en el mercado de Estados Unidos, donde también están listados, sus acciones bajaron cerca de un 15% el jueves, cerrando en $3.56 dólares, aunque siguen arriba un buen 274% en lo que va del año. Después del cierre cayeron otro poquito, pero nunca es mal momento para comprar barato.

No son los únicos chilangos en esta fiesta: otras empresas de UK también andan comprando Bitcoin, pese a que allá la ley para cripto todavía está medio retrasada. Una compañía llamada Vinanz se aventó con casi 38 BTC, y los inversionistas londinenses de Abraxas Capital le metieron más de 250 millones de dólares a Bitcoin en abril.

Pero ojo, muchachos, que invertir en criptos no es juego y no hay garantías. Se puede perder todo, así que pilas y no se avienten sin conocer bien en qué están metiendo su lana.