¡OCC le da luz verde a los bancos para jugar en el mundo cripto!

En los últimos meses, la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) en Estados Unidos ha cambiado de actitud y ahora anda más relajada con los bancos nacionales y las asociaciones federales de ahorro que quieren meterse en rollos de criptomonedas. El encargado de la banda, Rodney E. Hood, dijo que seguirá dándole duro para que las reglas sean justas y no se pasen de la raya, pero sin aflojar la banca federal.

El 7 de marzo, la OCC lanzó una cosa llamada Carta Interpretativa 1183, que básicamente quitó muchos trámites para que los bancos puedan entrar a chambear con criptomonedas. Así que se sacaron de encima un proceso que antes hacía que los bancos tuvieran que pedir permiso y mostrar que están al tiro con las reglas antes de ofrecer productos de cripto. También reafirmaron que los bancos sí pueden andar haciendo varias cosas con esas monedas digitales.

En mayo le echaron más rollo y sacaron la Carta 1184, que confirmó que los bancos pueden seguir con eso, y además dijeron que las empresas fintech y otros terceros pueden echar la mano como subcustodios para manejar las criptos. O sea, ya están bajando la cortina para que la banda externa se meta sin broncas.

¿Qué significa todo esto en cristiano? Pues que los bancos ya no tienen que hacer ese proceso lento y burocrático para mover productos de cripto. Eso facilita que más bancos se animen a meterle al mundo cripto, aunque todavía habrá revisiones para que no anden de loca y tengan bien controlados los riesgos.

La OCC también dejó claro que los bancos pueden guardar criptomonedas para sus clientes, tener reservas de stablecoins (esas monedas digitales que están pegadas al dólar o algo estable), y hacer pagos relacionados con estas stablecoins, incluso operando nodos en la cadena de bloques para validar transacciones. Y ojo, que pueden usar terceros para algunas de estas cosas, siempre y cuando tengan bien controlado el riesgo de esos socios.

Si un banco quiere lanzarse a ofrecer productos con cripto, pues debe fijarse bien en las reglas que la OCC ya había dado, para saber qué esperar y cómo no meterse en problemas. La idea es que, aunque ahora hay más libertad, los bancos tienen que ser muy responsables y poner controles chidos para cuidar de sus clientes y del sistema.

Antes, los bancos tenían que pasar por un proceso que la OCC llamaba “no objeción supervisora”, que era como pedir permiso oficial antes de hacer algo con criptos. Esto implicaba demostrar que entendían las leyes, que tenían buenos controles para evitar riesgos y que no iban a hacer cosas raras. Ahora esa regla se quitó, pero la responsabilidad se queda.

¿Y qué riesgos deben cuidar? Pues que no se pierdan las llaves digitales, que las reservas de stablecoins siempre tengan respaldo real y que los pagos con criptos no se usen para hacer fraude o lavar dinero. Por eso la OCC quiere que usen prácticas chidas de seguridad, como guardar las llaves en lugares seguros, hacer auditorías frecuentes y vigilar bien a sus socios.

En resumen, la OCC está echando paso al cripto en los bancos, pero con cuidado. Los bancos tienen que estar pilas, poner controles bien firmes y seguirle la pista a cómo evoluciona todo esto, porque los reglamentos pueden cambiar y tienen que andar a la moda proverbial. Si se lo toman en serio y trabajan parejo con las autoridades, habrá chance de que la banca tradicional y las criptos se lleven chido y crezcan juntas. ¡A ponerle, banda!