Descubre el secreto explosivo: ¿Por qué USDT + Cashea están salvando a Venezuela de la inflación?

Este año en Venezuela, el uso del dólar en efectivo ha bajado un buen. Ya no se ve tanto billete verde por ahí. Mientras tanto, Cashea, esa app para préstamos digitales, mueve cada mes casi el 3.5% del PIB del país, o sea, un buen billete pasando por ahí.

La inflación se puso bien loca y el bolívar se cayó a pedazos frente al dólar. Por eso, la banda se ha agarrado de cosas como la stablecoin Tether (USDT) y la app Cashea para cuidar su lana. Estos dos se están convirtiendo en la mano derecha para proteger la lana y conseguir financiamiento mientras la moneda nacional se desmorona.

Este año, el dólar oficial en Venezuela subió un 290%. Con eso, el salario mínimo apenas alcanza para comprar como 65 centavos de dólar, y aunque dan bonos, el promedio no pasa de 100 dólares. Y la inflación sigue disparándose; aunque el Banco Central ya no suelta mucha info, otros grupos han hecho sus cuentas. Por ejemplo, el Observatorio Venezolano de Finanzas dijo que la inflación mensual estuvo en 18.4% y la anual en 172%.

El FMI lo pone peor y dice que este año será casi 270% y para 2026 llegará a unos impresionantes 682%. Otros expertos dicen que para finales de 2025 la inflación cerrará en 220%. En resumen: la cosa está bien caliente y subiendo sin freno.

Antes, cuando la crisis empezó fuerte, el billete verde dominaba en la calle. Pero desde 2020, su uso en efectivo ha bajado un 37% y la gente ha regresado a usar más bolívares para pagar, en parte porque el gobierno les pone impuestos extra a las compras en dólares.

Aquí entra USDT, que es una moneda digital atada al dólar y que va ganando terreno. Ya muchos comercios aceptan pagos con USDT y se mueven en mercados donde el precio está más alto que el dólar oficial, como 300 bolívares por unidad, un chorro más que la tasa oficial. Esto ha crecido por apps como Binance y alianzas con empresas locales, haciendo que la gente use USDT para evitar depender del billete y la moneda nacional que no da confianza.

Un economista, Daniel Arráez, dice que usar USDT está chido porque, aunque no es dólar de verdad, al menos ayuda a salvarse de la inflación y comprar cosas en el extranjero sin que la devaluación te apague.

Por otro lado, Cashea es la app que le mete crédito digital a una economía donde la banca ya casi no presta. Su rollo es “compra ahora, paga después” y cada mes mueve más de 300 millones de dólares en transacciones, o sea, casi el 3.5% del PIB mensual. Además, llega a casi 40% de la gente que usa fintech en Venezuela, ayudando a que la banda compre cosas en cuotas en dólares pero pagando en bolívares que, aunque se devalúan, les da chance de aguantar.

Cashea se lanzó como un salvavidas para enfrentar la inflación porque ofrece crédito en moneda más estable cuando el banco tradicional no puede. Eso hace que aunque la moneda se desplome, la gente pueda seguir comprando sin que se les vaya el dinero de las manos. Eso sí, algunos usan ese crédito para vender cosas y sacar liquidez, lo que muestra cómo la gente busca sobrevivir en este rollo económico complicado. Recientemente, Cashea ajustó su sistema para aguantar la crisis cambiaria y el auge del USDT.

Al final, esta dupla USDT y Cashea es como una defensa para que la gente no se quede sin opciones. USDT ayuda a que el dinero no pierda tanto valor, mientras Cashea permite comprar a crédito y pagar después, cuando el bolívar vale menos. Así, aunque el bolívar se vaya al garete y los bancos no presten, estas monedas digitales y apps fintech están armando nuevas formas de ahorro, pagos y consumo digital.

Con la inflación que sigue subiendo y el FMI pintando un futuro complicado, esta digitalización financiera es la única salida real para mantener el valor de la lana y seguir accediendo al crédito. No es que esto arregle todo, pero es la mejor jugada para aguantar en esta tormenta económica que no parece tener fin.