¡Cashea se pone las pilas para sobrevivir a la tormenta del dólar y el boom del USDT!
La neta, la bronca que se armó con Cashea no se hizo esperar. Esta app que te deja comprar a meses sin intereses en tiendas aliadas acaba de sacar cambios que tienen a medio mundo de Venezuela encendidos en las redes. Algunos dicen que es necesario pa’ que el sistema no se vaya a la quiebra, pero otros creen que solo es el reflejo de la crisis económica que traemos.
Lo que hicieron fue hacer una sola regla para todos: ahora tienes que dar el 40% de enganche en todas las compras, sin importar qué tanto hayas usado la app antes. Se acabaron los planes bien largos de 9 o 12 meses, y ahora solo tienes tres meses para compras menores a 700 dólares, y seis para las que pasen esa cantidad.
Antes, los usuarios buenos, los que pagaban al tiro, pudieron aprovechar enganches más bajos, del 20%, como premio por ser cumplidos. Pero con este cambio, esos beneficios desaparecieron, y eso no le gustó nada a la banda en redes, que empezó a sacar trapitos al sol.
Oliver Laufer, un empresario que está en esta onda, salió a defender la movida diciendo que Cashea no está en crisis, sino que nomás ponen reglas para cuidar su lana y también a los usuarios. Dijo que la app fue la única que les dio esperanzas cuando nadie más les prestaba ni un peso. Otro cuate, Juan Blanco de BitDataVzla, pidió que dejen de atacar sin razón y aclaró que Cashea no es ninguna lavadora de dinero ni nada raro, sino más bien un espejo de lo que está pasando en la economía venezolana.
Y es que la verdad, en un país con inflación que no para, con escasez de dólares y sin cómo agarrar préstamos, muchos venezolanos han convertido a Cashea y a las stablecoins en su salvación para que la inflación no les devore el varo. USDT, esa moneda digital pegada al dólar, se volvió su aliada para pagar y comprar como si nada.
El periodista Andrés Cañizález también puso su granito de arena diciendo que el problema no es la app, sino el modelo económico tan fregado donde las cosas solo suben de precio y un profesor apenas gana menos de 3 dólares al mes. Ahí sí, el problema es otro.
Mientras tanto, algunos usuarios en redes reconocen que Cashea es un ejemplo de innovación local y un éxito que hasta otros países están viendo con ojos de envidia. “Cashea es sano y va pa’lante”, decía alguien en Twitter, todo lo contrario de quienes la tratan de desprestigiar.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Están los que opinan que el modelo ya está cansado, que no todo lo que brilla es oro, y que negocios que parecen increíbles en una economía hecha trizas, usualmente traen problemas detrás. Un compa hasta dijo que si hay sospechas de lavado de dinero, cuando se corta el flujo, se siente feo y salen los primeros problemas.
En respuesta a toda esta ola, Cashea prometió que si hay aliados y promos, regresará eso del enganche del 20%, pero por ahora, no se podrán juntar descuentos ni pagos largos en una sola compra. Van paso a paso, y aunque saben que tienen que cuidar su negocio, quieren seguir dándole gusto a la raza de forma segura.
Así que ya sabes, Cashea está dando de qué hablar, pero al final, el verdadero rollo está en la economía que traemos, y cómo la banda busca la manera de seguir adelante.

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