¡Esto es lo que nadie te dice sobre los préstamos con bitcoin: riesgos y beneficios que te sorprenderán!

En Hodl Hodl, los que quieren prestar lana y los que la necesitan se ponen de acuerdo en cómo va a funcionar el préstamo, sin broncas ni intermediarios. Eso sí, para usar estas cosas hay que ponerse las pilas y ser responsables con lo que uno hace.
Ahora, ¿qué onda con esto de agarrar billete sin vender tus bitcoin (BTC)? Es una movida que tiene cada vez más fans, sobre todo entre la banda que cree en el futuro a largo plazo del bitcoin y no quiere soltar sus sats, pero sí necesita cash para otros gastos.
Antes estas ondas solo las usaban las grandes empresas o los cracks de las inversiones, tipo Michael Saylor, pero hoy en día con las plataformas de préstamos P2P (de persona a persona) cualquiera puede entrarle. Lo chido es que usas tus bitcoin como garantía para que te presten, casi siempre en stablecoins, que son esas criptos que no cambian mucho de valor y no te vuelan la cabeza.
Daniel Alós, que es el mero mero para Latinoamérica en Hodl Hodl, nos contó cómo funciona este rollo en su plataforma. Básicamente, el que tiene bitcoin puede sacar dinero fiat sin venderlo; solo lo pone como garantía para un préstamo. Y no hay banco de por medio, nomás un sistema que conecta a quien presta con quien pide prestado, para que se hagan el paro directo.
Los que prestan y los que piden la lana acuerdan cuánto van a prestar, por cuánto tiempo y a qué tasa de interés. Eso sí, para que todo quede seguro, el préstamo siempre tiene que estar sobrecolateralizado, o sea, la garantía vale más que la lana que pides. Esto cuida al que pide prestado, porque si el precio del bitcoin baja mucho, y no tienes suficiente garantía, se liquida el préstamo y pierdes tus bitcoin. El riesgo está clarito: perder el colateral.
¿Lo bueno? Es súper rápido. En unos 10 minutos ya puedes tener, por ejemplo, $10,000 dólares en stablecoins para usar como quieras, ya sea para gastos o invertir.
Aquí lo interesante es que las tasas de interés no las pone ningún banco o gobierno, sino que son libres. Eso quiere decir que quien presta y quien pide se ponen de acuerdo en la tasa, y pueden ser hasta del 15% en algunos casos. Todo se mueve en un mercado abierto y transparente, donde puedes ver las ofertas de préstamos disponibles con diferentes condiciones.
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. El mero riesgo aquí es que el bitcoin es bien volátil. Si el valor baja mucho, igual baja el valor de tu garantía y puedes entrar en problemas de liquidación. Cuando esto pasa, tienes que poner más bitcoin, pagar parte del préstamo o liquidarlo completo para no perderlo todo. Andarle al pendiente del bitcoin y gestionar bien tu préstamo es clave.
Una ventaja de estos préstamos es que son «non-custodial», o sea, que ni Hodl Hodl ni nadie se queda con tus bitcoin para hacer lo que quiera. Usan un sistema de escrow con firmas múltiples, donde para mover los bitcoins se necesita el sí de todas las partes involucradas. Así no te chingan con rehipotecar o andar con malas mañas.
Con esto en cuenta, y después de que plataformas como Celsius o BlockFi se fueron al suelo por andar medio mal con la custodia, ahora hay una ola nueva de plataformas más chidas y éticas que respetan la soberanía de tu bitcoin.
En resumen, los préstamos con bitcoin pueden ser una herramienta buenísima para manejar tu lana, pero tienes que estar bien informado, cuidar tu garantía, controlar riesgos y usar plataformas que respeten tus activos. Si haces eso, tienes un camino bien bueno para sacar provecho sin soltar tu bitcoin.
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