¡La red Ethereum está que arde con actividad imparable en la cadena!

¡La red Ethereum está que arde con actividad imparable en la cadena!

La red de Ethereum está que arde, chavos. La actividad en esta plataforma subió como la espuma, con un montón de gente haciendo transacciones y usando direcciones nuevas en la red. En solo una semana, se metieron más de 480 mil direcciones nuevas, ¿se imaginan?

Según los datos de Token Terminal, Ethereum ha estado súper activo últimamente. El 6 de octubre, había cerca de 15.8 millones de direcciones activas, y solo en la capa principal (la famosa Ethereum L1) andaban casi medio millón. Para el 13 de octubre, esas direcciones ya subieron a 16.3 millones, con más de 480 mil en la capa principal. ¡Por poco y rompen récord!

Hablando de récords, el punteo máximo de direcciones activas en Ethereum se dio el 2 de diciembre de 2024, con 434 mil direcciones, así que se está dejando atrás ese número sin parar.

Este boom también se nota en las transacciones diarias, que superan los dos millones. Y ojo, que las famosas tarifas de gas – o sea, lo que pagas para hacer movidas en Ethereum – están en su punto más bajito de los últimos años. En promedio, ahora pagar una transacción cuesta como $0.65 dólares, nada mal, ¿no?

En total, las tarifas de gas que se gastan al día están entre 10 y 20 millones de dólares, bastante lejos de esos más de 200 millones diarios que se veían en la locura del mercado alcista en 2021. Eso significa que moverse en Ethereum está más barato y más accesible para todos.

Pero no solo es el uso lo que está creciendo, también el interés de la banda. El mismísimo Robert Kiyosaki, el autor de “Padre Rico, Padre Pobre”, ya le está echando ojo a ether y lo pone en la lista de activos bien rifados para enfrentar la crisis económica que se viene en 2025. Según él, Ethereum no nomás es valor, sino que también tiene uso real en la industria, así que es una buena apuesta para cuidarse de la inflación.

Así que ya saben, si andan pensando en meterse al mundo cripto, Ethereum está que ruge y no parece que vaya a detenerse. ¡A darle, raza!

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