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¿Sabías que en Suecia andan con una idea bien loca? Dos diputados del parlamento sueco, el Riksdag, están proponiendo que su país empiece a juntar Bitcoin como reserva estratégica para darle pelea a la inflación y meterle variedad a sus inversiones. Sí, como quien guarda un cómplice digital para las malas.

Además, quieren que el gobierno se comprometa a no cambiar las reglas del banco central para que no empiecen con la idea de sacar una moneda digital oficial, conocida como CBDC (moneda digital del banco central). La neta es que ahí andan bien claros, quieren Bitcoin pero sin el control directo del gobierno.

Los compas Dennis Dioukarev y David Perez, que son de los Demócratas Suecos (sí, no es el partido azul de allá, es otro), dijeron que si países como Estados Unidos ya están armando reservas de Bitcoin, Suecia no puede quedarse atrás y debe subirse a esta “carrera digital”. La idea es financiar esa reserva con Bitcoin que confiscan, aunque siguen viendo quién se pondría a administrar esa bola de BTC.

Por ahora, Suecia no tiene Bitcoins oficiales, pero ya tienen leyes para poder confiscar cosas de lujo, incluyendo cripto, aunque no haya investigación. Eso está rifado porque abre la puerta para juntar Bitcoin de esa manera.

Los que están a favor de estas reservas están pensando en grande: quieren que Bitcoin se vuelva la moneda de reserva global, el nuevo rey del dinero. Y eso no es cosa chiquita.

Los Demócratas Suecos tienen peso en el gobierno, porque en las elecciones de 2022 sacaron buena cantidad de votos y están apoyando a la coalición gobernante. Así que sí, pueden empujar esta idea con fuerza.

Ellos mismos dicen que si Suecia arma esta reserva, se prepara para un cambio gigante en la forma en que funciona el dinero en el mundo. Además, consideran que tener Bitcoin ayudaría a proteger la lana del país cuando el mundo se pone medio loco, porque el valor de Bitcoin no depende de lo que hagan los gobiernos.

También mencionan que tener Bitcoin es como una señal de que el país está abierto a la innovación digital. Y pues tienen razón: en Suecia hay un buen rollo con las criptomonedas, con más de 80 empresas trabajando en el tema y millones invertidos.

En la práctica, el plan es que esta reserva sirva para protegerse de la inflación, porque Bitcoin tiene un límite de 21 millones de monedas, las transacciones son rapidísimas y es barato usarlo comparado con las monedas normales.

Los diputados dicen que Bitcoin ya es de los activos más grandes del mundo, al nivel de la plata y más que empresas enormes como Tesla o Amazon. Pero también saben que la historia apenas comienza y nadie sabe exactamente qué papel tendrá en la economía global.

No son los primeros en aventar esta idea: otro diputado ya le había pedido a la ministra de finanzas que le eche un ojo a Bitcoin como opción para Suecia.

Por cierto, Bitcoin es legal allá, hay cajeros para comprar y vender cripto, y las autoridades regulan para que todo sea seguro y sin rollos de lavado de dinero.

Eso sí, no quieren una moneda digital oficial controlada por el banco central. Aunque Suecia usa mucho el pago digital con apps como Swish, prefieren no meterse en eso de las CBDC porque pueden meter problemas de privacidad y corrupción.

Así que de volada andan pensando cómo combinar lo tradicional con lo nuevo sin que se les vaya de las manos.

Ahí está el dato, pura innovación nórdica con toque tecnológico y sin perder el control. ¿Quién dijo que Suecia no podía estar al tiro con Bitcoin?