¡DeFi convierte a tu Bitcoin en una máquina de hacer plata como un bono! 🚀💰

Las Finanzas Descentralizadas, conocidas como DeFi, están cambiando por completo lo que podemos hacer con la criptomoneda más famosa: el Bitcoin. Antes, la banda veía al Bitcoin como un guardadito digital, algo que nomás guardabas y esperabas a que subiera de valor, casi como el oro. Pero ahora, gracias a la magia de la tecnología blockchain, ese Bitcoin que antes nomás estaba ahí medio dormido, se puede poner a chambear para generar lana, como si fuera un bono.

¿Cómo funciona la cosa? Pues como Bitcoin no tiene la onda para hacer contratos inteligentes chidos, lo que hacen es “envolverlo” o crear una versión digital con las mismas características, llamada wBTC, que sí puede entrarle a las plataformas DeFi que están sobre otras blockchains, especialmente Ethereum.

Ya con ese Bitcoin envuelto, puedes meterlo en diferentes lugares para que te genere ganancias. Por ejemplo, en plataformas donde le prestas ese wBTC a otros y ellos te pagan interés, igualito a cuando tú le prestas dinero a alguien y te devuelve un poco más. Ese interés es la lana que te llega por mantener tu Bitcoin ahí.

También puedes meter tu wBTC en los llamados “pools de liquidez” de los exchanges descentralizados (los DEX), que son como las tienditas donde la gente cambia criptos sin necesidad de un intermediario. Si pones tu Bitcoin junto con una stablecoin, ayudas a que estos intercambios sean más rápidos y, a cambio, recibes un pedacito de las comisiones que genera cada transacción.

Lo chido de esto es que tu Bitcoin ya no es solo un pedazo de archivo guardado; ahora se vuelve un activo que trabaja para ti y te da ganancias constantes, algo parecido a lo que hacen los bonos de toda la vida, aunque con un toque más digital y libre.

Además, a diferencia de los bonos tradicionales que casi siempre rinden poquito y cierran cuando el mercado se va a dormir, en DeFi las ganancias pueden ser más altas y el mercado no para ni un segundo. También, todo está súper transparente porque en la blockchain puedes checar en tiempo real cómo va la cosa, algo que los bancos viejos no dejan ver tan fácil.

Pero, ojo, no todo es miel sobre hojuelas. El rollo de los contratos inteligentes puede tener fallas o bugs que alguien malintencionado puede aprovechar para robar, y ahí sí, bye a tu lana. Además, el precio del Bitcoin es bien volátil; puede que ganes con los intereses, pero si el Bitcoin cae mucho, puede que termines perdiendo más que ganando.

La buena noticia es que esto abre la puerta para que cualquiera con internet y un poquito de Bitcoin pueda entrarle, sin necesidad de bancasos o contactar brokers caros. O sea, más chavos y gente sencilla pueden sacarle provecho y hacer que su dinero crezca.

Eso sí, también hay riesgos complicados como el “impermanent loss”. Esto pasa cuando pones tus criptos en un pool de liquidez y el precio del Bitcoin se mueve mucho respecto a la stablecoin que pusiste junto; puedes terminar con menos plata total que si nomás te quedaras con lo que tenías. Eso nunca pasa con un bono normalito, donde el capital se mantiene casi igual.

Al final, el Bitcoin fue inventado para ser una moneda entre compas, sin bancos ni nada, pero ahora se está convirtiendo en parte de un sistema financiero digital que, de alguna forma, imita a los sistemas tradicionales que quería sustituir.

Aunque suena padre poner a trabajar el Bitcoin para ganar más dinero, hay que preguntarse si estas altas ganancias son sostenibles o nomás un efecto de premios temporales que dan las plataformas para atraer a la banda. Cuando esos premios bajen, los rendimientos podrían caer más y ser como los bonos de siempre.

Así que, si te late la idea de aventarte a este rollo de DeFi con Bitcoin, ponte bien pilas, investiga bien y no te avientes sin saber, porque aquí, como en todas las inversiones, el riesgo está al montón.

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