¡Alucinante! Este municipio en España lanza una moneda digital que ¡caduca antes que tu leche!

El Ayuntamiento de Alcoy, en España, acaba de lanzar una moneda digital bien chida llamada AL-COIN. ¿Qué tiene de especial? Pues que esta moneda tiene fecha de caducidad programada, sí, así como lo oyes, se vence en cierto tiempo para que la gente la use rápido y no la guarde como si fuera un tesoro. Esto se hizo para mover la economía de los mercados locales y echarle la mano a los negocios de la ciudad.

Ya andan usando AL-COIN 300 personas y 48 tienditas del mercado, y la cosa va tan bien que la van a presentar en un congreso de Big Data y Ciudades Inteligentes que se hará en Alcoy este 15 y 16 de octubre.

La idea es que los gobiernos locales de toda España puedan implementar este tipo de pagos digitales sin romper ninguna regla financiera. La onda con AL-COIN es que no se puede devolver, ni pasar de mano en mano; tiene que usarse en los negocios que se unieron a la prueba, y también tiene un sistema inteligente que vigila que no haya cosas raras en tiempo real.

La prueba de este experimento anduvo con 48 negocios que participaron en el programa Bono Digital Jóvenes Mercado, una chulada para motivar a los jóvenes y a los comerciantes locales. Además, para echarlo a andar se juntaron el Ayuntamiento con la Cámara de Comercio y la universidad, con apoyo legal y tecnológico de expertos bien puestos.

Esta moneda digital pasó todas las pruebas, incluso cuando le llegaron 300 peticiones por segundo, y demostraron que se puede innovar sin violar la ley. Esto sienta un precedente padrísimo para que otras ciudades sigan el ejemplo y adopten soluciones parecidas. Todavía están en modo pruebas hasta finales de septiembre para juntar todos los datos necesarios y hacer un reportazo que facilite que otros puedan hacer lo mismo en sus ciudades.

En el congreso de Ciudades Inteligentes y Big Data, que organizan el Ayuntamiento y la Universidad, van a mostrar todo el proyecto para que se enteren bien de este revolucionario experimento. ¡Está de no creerse lo que hacen en Alcoy!