¡Bombazo! El gigante surcoreano Naver se lanza a comprar la criptoexchange Upbit, ¿qué se viene?
¡Qué onda! Les cuento lo último que dijo Roberto Campos Neto, el expresidente del Banco Central de Brasil y ahora mandamás en Nubank, en un evento bien chido llamado DAC 2025. El tipo fue bien directo: los bancos centrales están metiendo la pata al querer darle la espalda al mundo cripto y a las DeFi (esas finanzas descentralizadas que suenan complicado, pero básicamente es manejar lana sin intermediarios). Según él, en vez de tirarlas de lado, lo correcto es agarrarlas de la mano y meterlas al sistema financiero tradicional.
¿Han escuchado de las stablecoins? Son esas monedas digitales que no se suelen volver locas con el valor y cada vez están volando más en países emergentes, sobre todo donde la moneda local es medio inestable o la gente le tiene miedo a que les pongan trabas para sacar su lana. Campos Neto dijo claro que cuando la moneda local no es tan convertible, más ganas hay de usar stablecoins. La banda en Brasil, por ejemplo, ya puede comprar dólares en estas monedas digitales en un parpadeo, sin broncas ni rollos de bancos.
Pero ojo, esas monedas no se usan tanto para gastar, sino para guardar valor, como cuando guardas tu aguinaldo en la alcancía para que no se te pierda. Eso sí, en cosas como mandar varo a la familia fuera del país, las stablecoins sí están ganando terreno y ayudando un buen. Y viene lo bueno: en unos años, estas monedas se van a poder mover parejitas y sin broncas entre distintas stablecoins, gracias a lo que llaman “second layer solutions”. Ahí sí, se van a usar más para transacciones diarias bien chidas a nivel mundial.
Además, Campos Neto habló de la “tokenización”, que ya no es cosa de ciencia ficción. Esto es hacer que cosas del mundo real (dinero, contratos, activos) se conviertan en tokens digitales que se mueven fácil, rápido y seguro. Juntando eso con Open Finance (el rollo de finanzas abiertas que te permiten mover tu dinero de una plataforma a otra con más libertad) y la inteligencia artificial, va a cambiar todo el jueguito del dinero y los bancos.
Aquí en Brasil van bien avanzados, y Campos Neto cree que podríamos ser pioneros en esta movida, igual que con el Pix, que nos hizo reyes en pagos instantáneos. Ya hasta existe un proyecto llamado Drex, que es como un híbrido chido entre la fortaleza bancaria y la agilidad digital.
Pero no todo es miel sobre hojuelas: los emisores de stablecoins ganan mucho con el dinero que tienen guardado de respaldo, y eso puede cambiar si Estados Unidos mete mano con una infraestructura que haga que el dinero digital rinda más en las transacciones del día a día. Eso podría pegarle duro a estas monedas digitales.
El reto más grande es que, cuando la banda saca su varo del banco para ponerlo en su wallet digital, el banco tiene menos lana para prestar y eso debilita la capacidad de hacer política económica. Además, el uso masivo de stablecoins dolariza de chueco a varios países, lo que hace que los gobiernos pierdan control sobre su propia economía.
La solución, según el buen Campos Neto, es integrar a los criptoactivos con los bancos, no pelearlos. La idea es que los bancos empiecen a manejar estos activos digitales como depósitos normales y puedan prestar usando ese dinero digital. Esto va a crear un sistema híbrido donde convivirán las wallets digitales sin crédito y los bancos con su función tradicional, pero cada vez más conectados.
Finalmente, destacó que el futuro va para un sistema donde los tokens van a sustituir a las cuentas de siempre, todo será digital y programable. Eso sí, para que esto crezca de verdad, la transparencia es la clave: que se pueda ver claramente el respaldo y la seguridad de cada activo digital, porque mucha gente todavía desconfía si no tiene claro qué hay detrás.
En resumen, lo que viene va a mover el piso del sistema financiero como lo conocemos, y si todo sale bien, la mezcla de tecnología y regulación puede hacer que el dinero digital sea más seguro, rápido y accesible para todos. ¡Se viene algo bien loco y nuestro billete va a cambiar de cara, banda!

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