¡Olvida el oro! La Generación Alfa apuesta todo a Bitcoin y no vas a creer por qué

Opinión de: Darius Moukhtarzadeh, Estratega de Investigación en 21Shares

El oro siempre ha sido el rey para guardar valor: brillante, escaso y con historia. Pero para la Generación Alfa, que es la primera que realmente nació en un mundo digital, ese encanto ya está perdiendo brillo.

Esta nueva generación va a ver el valor de otra manera: cómo se mueve, dónde está. Bitcoin no será solo una opción de inversión; será su forma natural de manejar el dinero.

Nacidos en un mundo digital

A diferencia de generaciones anteriores, la Generación Alfa no verá a Bitcoin como algo raro o revolucionario. Para ellos, Bitcoin siempre va a estar ahí, en apps, en la escuela, hasta en sus juegos. No será ni riesgoso ni fuera de lo común, será normal.

Desde chiquitos, van a vivir la vida digital-first. Pagar en efectivo va a ser como ver dinosaurios, porque casi todo será sin billetes. Van a aprender sobre la escasez jugando, usando tokens en juegos, no pensando en monedas de oro en una caja vieja. Así, Bitcoin dejará de ser algo exótico y el oro será solo una piedra amarilla con historia.

Bitcoin es más fácil de agarrar que el oro

El oro es pesado, lo tienes que comprar a alguien confiable y guardarlo en un lugar seguro. Bitcoin está a un par de clicks nomás. Hoy hay apps financieras para niños y enseñanzas digitales que podrían hacer que la Generación Alfa conozca Bitcoin antes que entender cómo funciona una cuenta de banco.

El acceso a Bitcoin será gracias a juegos con criptomonedas, puntos por lealtad o apps para su mesada. Las complicaciones que antes hacían que Bitcoin pareciera cosa de expertos están desapareciendo rápido.

La confianza se gana, no se regala

Las generaciones mayores fueron perdiendo la fe en bancos y gobiernos. La Generación Alfa, en cambio, levanta la ceja desde el principio. Crecen en un mundo donde hay crisis económica, desconfianza y mucha información filtrada por algoritmos. Para ellos, “confiar” no es automático; hay que merecerlo siendo transparentes.

Bitcoin es justo eso, sin intermediarios escondidos. Todo es abierto y se puede verificar, sin pedir que creas a ciegas. En un mundo donde la consigna es “no confíes, verifica”, la Generación Alfa va a ir natural a lo que les dé seguridad sin depender de nadie.

Bitcoin ya es parte de la cultura

Bitcoin no es solo dinero, es cultura pop. Para la Generación Alfa, eso solo va a crecer. Lo van a ver en apps, influencers, juegos y hasta en la escuela.

Así como la Generación Z vive pegada a las redes sociales, para la Generación Alfa los activos digitales estarán en su identidad online. Los memes, las marcas y las plataformas harán que Bitcoin sea parte de su mundo más que el oro, que no tiene esa onda digital.

Bitcoin es programable

El oro es físico, pesado y está nomás guardado. Es difícil de mover y usar en la vida diaria. Bitcoin es todo lo contrario: se puede programar, no tiene fronteras, se puede dividir y se conecta con todo el mundo de las finanzas descentralizadas.

Como la Generación Alfa espera que todo sea digital y flexible, la naturaleza dinámica de Bitcoin será normal, no un lujo. Simplemente, va a encajar en el mundo que ellos van a crear.

Una generación que no tendrá que convencer

Cada generación cambia el sistema financiero a su modo. Los Millennials le echaron ojo a Bitcoin. La Generación Z lo hizo parte de su día a día. La Generación Alfa ni siquiera tendrá que pensar si le conviene.

Para ellos, Bitcoin no será una alternativa rara; será el sistema en sí. No por moda o ideología, sino porque es cómodo, útil y tiene sentido para su cultura.

El oro tuvo su oportunidad, pero Bitcoin está solo comenzando. La Generación Alfa lo llevará en la cartera digital, no en un cofre.

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