¡Sorpresa en el mundo crypto! Desarrolladores latinoamericanos dejan las nuevas cadenas y apuestan por Ethereum y Polygon

La banda de desarrolladores en Latinoamérica está enfocándose más en crear cosas chidas dentro de redes blockchain conocidas, como Ethereum y Polygon, en vez de inventar nuevos sistemas desde cero, según un reporte de Sherlock Communications.

Este estudio, que tomó la opinión de 85 desarrolladores de países como Bolivia, México, Brasil y Perú, mostró que los cracks de la región quieren transparencia, que todo funcione bien en equipo y que se cumplan las reglas. Prefieren trabajar con herramientas que sean fáciles de usar, con manuales claros y de redes que ya tengan buena reputación, por eso se avientan con Ethereum y Polygon.

Luiz Eduardo Abreu Hadad, que investiga y consulta sobre blockchain, dijo que los desarrolladores latinos tienen una “gran madurez técnica” y les gusta enfocarse en problemas reales. “La comunidad de desarrolladores crece y cada vez están más preparados”, dijo él. Aunque sí pueden crear sus propias plataformas, la realidad es que Latinoamérica va a ser más bien un punto importante para desarrollar y usar lo que ya existe.

El documento también analizó datos reales de transacciones en la región. De 697,000 movidas que se rastrearon en monederos de la zona, Ethereum se lleva la corona con más del 75% de la actividad entre junio de 2024 y junio de 2025.

Por otro lado, Polygon agarró el 11% del pastel y está creciendo: casi dobló su uso para llegar al 20% en junio de 2025.

Aunque la chamba está en redes conocidas, Hadad cuenta que hay proyectos mexicanos y de otros países con potencial para volverse internacionales. Proyectos como Núclea Chain y RBB en Brasil están demostrando que la región también puede armar sus propios ecosistemas.

¿Y qué sigue? La próxima generación de programadores, desde estudiantes hasta competidores en hackatones, está echándole ojo a las DApps (aplicaciones descentralizadas) y a la tokenización de cosas del mundo real (RWA). Quieren armar apps que cambien las redes sociales o cómo trabajan los creadores de contenido. También les late todo lo que tenga que ver con rastrear la cadena de suministro o sistemas como DePIN.

“Buscan redes que sean estables, herramientas fáciles de usar y que les den incentivos chidos, todo mientras resuelven broncas reales como la confianza, la transparencia y que sea algo usable para todos”, dijo Hadad.

Así que la movida está clara: en Latinoamérica se está trabajando fuerte, con talento y ganas de hacer cosas que sirvan de verdad.

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